La madre de Pablo Iglesias defiende a su ex marido y llama "marquesa de pacotilla" a Cayetana Álvarez de Toledo

La madre de Pablo Iglesias ha entrado en la trifulca que comenzó Cayetana Álvarez de Toledo al llamar "terrorista" a Francisco Javier Iglesias, padre del vicepresidente segundo del Gobierno, durante la sesión parlamentaria de ayer miércoles en el Congreso.

María Luisa Turrión defendió a su marido en su cuenta de Twitter y llamaba "marquesa de pacotilla" a la diputada del PP: "Ser hijo y compañera de Javier Iglesias es un honor que la lengua bífida de una marquesa de pacotilla no empaña". Turrión también recordó que para ella su esposo es "un hombre de bien y luchador contra cualquier forma de fascismo". Sin embargo, poco después borró el tuit.

Irene Montero, ministra de Igualdad y pareja de Iglesias, también defendía a Francisco Javier Iglesias: "la libertad de Cayetana para decir sus miserias existe gracias a los que como Javier Iglesias se jugaron el tipo por la democracia cuando hacerlo costaba torturas, cárcel o la vida. Para España son héroes y heroínas pero la marquesa debe ser más de Billy el Niño".

También salió al rescate del padre de Iglesias el partido morado. Podemos, en su perfil oficial en redes sociales, aclaraba: "Francisco Javier Iglesias fue detenido en 1973 y encarcelado en Carabanchel por repartir propaganda del 1º de Mayo. Se jugó el tipo por las libertades que hoy disfrutamos. Para la dictadura era un criminal, y para la marquesa Cayetana Álvarez de Toledo, en 2020, también".

Francisco Javier Iglesias fue detenido en 1973 y encarcelado en Carabanchel por repartir propaganda del 1º de Mayo. Se jugó el tipo por las libertades que hoy disfrutamos.

Para la dictadura era un criminal, y para la marquesa Cayetana Álvarez de Toledo, en 2020, también.

— PODEMOS (@PODEMOS) May 27, 2020

Llamar "terrorista" al padre de Iglesias ya le supuso 2 condenas al periodista, escritor y ahora dirigente de Vox Hermann Tertsch. En una primera demanda fue condenado a pagar 15.000 euros por los delitos de intromisión ilegítima y vulneración del derecho al honor.

Tertsch relacionó a Javier Iglesias con un asesinato del grupo antifascista considerado terrorista FRAP, en 1973, pero en ese momento Iglesias estaba encarcelado por reparto de propaganda ilegal, sobre derechos laborales.