El Ayuntamiento de Madrid se propuso el verano pasado poner freno a la terciarización del centro de la ciudad. Llegó a anunciar una fórmula concreta para limitar las viviendas de uso turístico: autorizar su implantación solo en las plantas baja y primera de los bloques. Sin embargo, el Gobierno municipal ha renunciado a esta medida y mantendrá la regulación que aplicó Manuela Carmena en el año 2019: exigir el acceso independiente al edificio.
Ahora Madrid buscaba entonces eliminar el 95 por ciento de la oferta de pisos turísticos, pero fracasó en su intento. Los propietarios eludieron este requisito y siguieron operando sin entrada separada. Y así podrán seguir. El Ejecutivo actual de PP y Cs se comprometió a acabar con esta situación, pero finalmente permitirá que siga vigente el Plan de Hospedaje del mandato anterior alegando que un informe de la Comunidad de Madrid así lo solicita. El modelo que ahora se aplica, aunque con ineficacia, está avalado por los tribunales, agregan.
Esta medida continuista quedará recogida en las nuevas normas urbanísticas en las que trabaja el área de Desarrollo Urbano. Este lunes se ha aprobado en el Pleno de Cibeles el avance para la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que las contiene y que no se ha actualizado desde su creación en 1997. Los cambios entrarán en vigor desde mañana, tras recibir luz verde de la Junta de Gobierno, aunque la aprobación definitica no se espera hasta febrero o marzo de 2023.
El texto, que suprime trámites burocráticos para la concesión de licencias, ha recibido el apoyo de Partido Popular, Ciudadanos y Vox, y el rechazo frontal de la izquierda por "no resolver", dicen, problemáticas que causan problemas de convivencia como el de las viviendas turísticas o el de las cocinas fantasma.
Cerco a las cocinas industriales
No obstante, la nueva normativa sí prevé una limitación de las 'dark kitchen'. El Consistorio no concederá licencias a aquellas multicocinas industriales ubicadas en zonas residenciales que superen una superficie máxima de 350 metros cuadrados. Además, se obligará a los titulares a habilitar dentro del local la zona de carga y descarga. Los camiones y furgonetas de suministro deberán bajar la mercancía dentro del recinto y no en la vía pública y lo mismo ocurrirá con los repartidores, a quienes se exigirá que entren con sus motos o bicicletas para recoger los pedidos.
Con ello aspiran a reducir las trabas a la movilidad que generan transportistas y riders, así como los ruidos asociados a la actividad. Tras la reticencia inicial, la concejalía que dirige Mariano Fuente ha accedido a aplicar estas restricciones en la norma zonal 9 -zona industrial que incluye el Paseo Imperial- que quede dentro de ámbitos residenciales.
Más balcones y fachadas verdes
El Consistorio matritense dará incentivos a la iniciativa privada para que apueste por el 'urbanismo verde'. Así, los elementos de mejora de la eficiencia energética, como el incremento del grosor de los aislantes, no computarán en edificabilidad. Tampoco los cuartos o anclajes para guardar vehículos de movilidad sostenible como las bicicletas.
Asimismo, el ajardinamiento de fachadas y cubiertas se compensará con mayor superficie de edificabilidad permitida. Con ello, el Consistorio espera "contribuir al confort térmico y bioclimático". Si la vegetación se incorpora a estos espacios superiores o verticales, el suelo de la finca destinado a zonas verdes podrá abrirse a otros usos o a ampliar las propias dimensiones del inmueble.
Por otro lado, se pretende incrementar la comodidad y habitabilidad de las viviendas autorizando la instalación de balcones en aquellas que no cuentan con ellos. Ni estos ni las terrazas computarán en edificabilidad. Tampoco lo harán los trasteros en planta baja ni los cuartos de instalaciones en plantas de piso, dejando la cubierta o terrazas para otros usos a fin de favorecer que que las azoteas de los edificios sean transitables y utilizables. La nueva normativa también amparará que los miradores dispongan de persianas u otros dispositivos para la protección solar.
Vivienda en suelo dotacional
Otra de las novedades que introduce la modificación urbanística es la posibilidad de que en los suelos de uso dotacional puedan construirse viviendas residenciales en régimen de alquiler tutelados por la administración pública. Asimismo, se autorizará el destino transitorio de solares a zonas de esparcimiento y a la mejora del paisaje urbano hasta que se construya allí el equipamiento previsto.
El texto aborda también la regulación del cohousing o el coliving, dos opciones alternativas de vivienda en las que el inquilino solo dispone de habitación y cuarto propios y comparte las zonas comunes, e incluso gimnasio o lavandería, con el resto de vecinos.
Menos papeleo
La modificación de la normativa permitirá agilizar la tramitación burocrática. Tal como ha explicado Fuentes, se eliminan duplicidades, pues en algunos procesos se pedía la misma comprobación dos veces por vías diferentes. Pese a ello, el delegado de Desarrollo Urbano garantiza que eso no se traduce en un menor control. Sí implica, destaca, ahorrar hasta año y medio de papeleo a la hora de conseguir el visto bueno para desarrollar un proyecto.
La oposición ha mostrado su decepción con la actualización del Plan General de Ordenación Urbana, una transformación "poco ambiciosa" para Más Madrid, que teme que mantenga "la proliferación de casas de apuestas y la okupación ilegal de los patios de manzana". El PSOE, por su parte, ve en el anuncio de este lunes una "performance de Cs sin sustento jurídico en la resolución de problemas como el de las plataformas logísticas". El Grupo Mixto también ha votado en contra por suponer la revisión una "norma más laxa a la hora de implantar viviendas de uso turístico".
Por el contrario, Vox ha concedido sus 'síes' entendiendo que "es bueno para Madrid porque pone en marcha una modificación de unas normas urbanísticas desfasadas". "No hacerlo sería dejarlo en manos de la izquierda, con la que habría 'urbanisma' y 'urbanisme'", ha señalado su edil Pedro Fernández.
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