El presidente del gobierno popular, Mariano Rajoy, envió emisarios a Cataluña para tratar de acercar posturas en la negociación de una salida política a la crisis. En medio de la polémica por la figura del 'relator' apoyado por el gobierno de Sánchez para coordinar la mesa de partidos, se conoce que el PP se valió de tres mediadores para dialogar con Artur Mas y Carles Puigdemont.
La revuelta originada por la figura del 'relator' para el diálogo sobre Cataluña que ha aceptado incluir el Gobierno en la mesa de partidos ha provocado una oleada de críticas -con manifestación de la derecha incluida-, pero lo cierto es que no sería la primera vez que apareciera una personalidad de acercamiento en la crisis catalana, tal y como apunta 'El Periódico'.
Ya el propio ex presidente del Gobierno popular, Mariano Rajoy, habría enviado hace seis años, según informa el periódico catalán, a su sociólogo de cabecera del PP, Pedro Arriola, a que fuera sus oídos en las negociaciones secretas con Joan Rigol, el histórico dirigente de Unió Democràtica que ejercía de emisario del ex president de la Generalitat, Artur Mas, meses antes de que se anunciara la fecha para la consulta independentista del 9-N.
Un año más tarde, el socialista José Enrique Serrano se unió a estos contactos discretos entre Gobierno y Generalitat para reducir las hostilidades en busca de una solución política.
Asimismo, tres años después, con Mariano Rajoy en la Moncloa y Carles Puigdemont en la Generalitat, el lehendakari, Íñigo Urkullu, ejerció de mediador en los momentos clave para tratar de evitar sin éxito que llegara a consumarse la amenaza de materializar la Declaración Unilateral de Independencia en el Parlament.
Rivera, Casado y Abascal convocan una gran manifestación
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