Paco Salazar, el dirigente socialista que este sábado iba a ser designado adjunto a la secretaría de Organización del PSOE por Pedro Sánchez, ha decidido rechazar voluntariamente el cargo.
Según confirmó el digital 'eldiario.es', varias mujeres del partido denunciaron "comportamientos inadecuados" atribuidos a Salazar durante su etapa como jefe.
A pesar de su renuncia, Salazar ha solicitado formalmente a la dirección del PSOE que abra una investigación para esclarecer las acusaciones en su contra.
Testimonios de ambiente laboral "incómodo"
Uno de los testimonios más destacados proviene de una trabajadora de Moncloa que estuvo bajo las órdenes de Salazar. Sin querer revelar su identidad, relató episodios que describió como "acoso sexual y abuso de poder". Entre ellos, mencionó comentarios obscenos sobre su vestimenta y cuerpo, mensajes fuera del horario laboral invitándola a cenar a solas e incluso ofrecimientos para quedarse a dormir en su casa.
Lidia explicó que el miedo a posibles represalias le impidió pedir un cambio de puesto de trabajo, algo que deseaba fervientemente para alejarse de su entonces jefe. Su testimonio refleja un entorno profesional marcado por la insistencia en el hostigamiento y el uso continuo de un lenguaje sexualizado.
La Comisión Ejecutiva Federal del PSOE ha dicho a RTVE que iniciará "diligencias de inmediato", a pesar de que no constan denuncias oficiales.
Más voces y acusaciones
El caso no se limita a un solo testimonio. Según verificaba eldiario.es, al menos otra mujer, joven y voluntaria del PSOE durante las primarias de Pedro Sánchez en 2017, también señaló a Salazar por actitudes "babosas". Aunque pertenecía al círculo cercano de un veterano socialista, esto no evitó que experimentara situaciones incómodas con el dirigente, quien supuestamente repitió patrones de conducta inapropiada.
Esta segunda fuente aseguró haber vivido episodios similares, aunque prefirió no denunciarlos hasta después de la campaña. Solo tiempo después compartió su experiencia con un familiar directo, un histórico militante del partido, confiando en su apoyo tras los desagradables sucesos que enfrentó mientras colaboraba en el PSOE.
El estilo de Salazar
Una tercera persona, que trabajó durante meses en el equipo de Salazar, reconoció que siempre le llamó la atención el "lenguaje sexual" utilizado por el dirigente, especialmente en interacciones con colaboradoras jóvenes.
No obstante, esta fuente afirmó que nunca presenció conductas que considerara acoso y que, de haberlo hecho, las habría denunciado. Sin embargo, admitió desconocer cómo era la relación directa entre Salazar y su equipo en contextos más informales.
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