Este domingo se cumplen 77 días desde el 14-F, cuando se celebraron las elecciones autonómicas en Cataluña. Aunque el candidato del PSC, Salvador Illa fue el ganador en las urnas, el bloque independentista consolidó su fuerza. Sin embargo, a pesar de que la suma de ERC, JxCat y la CUP supera la mayoría absoluta, todavía no hay acuerdo para la investidura de Pere Aragonès.
El independentismo sigue dividido dos meses y medio después de las elecciones catalanas. Si bien parece que JxCat asume que el candidato a la presidencia debe ser el republicano Pere Aragonès, las negociaciones para la formación de Govern se encuentran encalladas. Y es que el desencuentro entre ERC y Junts quedó patente en la fallida investidura de Aragonès, que solo logró sumar los votos de la CUP.
En este tiempo, apenas han trascendido informaciones sobre el estado real de las negociaciones y las principales trabas para un acuerdo entre ERC y JxCat, aunque parece que uno de los mayores escollos es el papel del ex president Carles Puigdemont y el conocido como Consell de la República, que dirigiría desde Bruselas.
ERC podría gobernar en solitario
Los republicanos han intentado presionar a su potencial socio con un plazo para negociar que expiró este 1 de mayo, pero el acuerdo aún no ha llegado. Precisamente este sábado tuvo lugar la segunda reunión entre los equipos negociadores en la cárcel de Lledoners, donde se encuentran los líderes de ambos partidos, Oriol Junqueras y Jordi Sànchez.
Según se ha sabido en las últimas horas, ante la falta de pacto para formar un Govern, los republicanos se plantearían ya la posibilidad de gobernar en solitario para evitar una repetición electoral.
Esta opción de gobernar en minoría podría contar con el respaldo tanto de Junts, como de la CUP. Y es que Jordi Sànchez aseguró que no especularán con las elecciones, por lo que podrían apoyar la investidura de Aragonès y pasar a la oposición. Esta idea tampoco sería rechazada por los anticapitalistas, que permitirían un Govern republicano que tuviera que buscar su apoyo para sacar adelante las iniciativas legislativas y políticas.
En cualquier caso, el reloj sigue en marcha, y si no se produce la investidura antes del 26 de mayo, cuando se cumplen dos meses del intento fallido, se convocarán automáticamente nuevas elecciones.
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