El Sindicato de Estudiantes convoca una huelga contra el pin parental "de la extrema derecha"

El Sindicato de Estudiantes ha anunciado este lunes que ha convocado una huelga contra el pin parental "de la extrema derecha" para el próximo día 6 de marzo.

"La extrema derecha ha dado un paso adelante en su furia franquista contra las mujeres, la juventud, los inmigrantes y el colectivo LGTBI. No contentos con pregonar a los cuatro vientos barbaridades como que la violencia de género no existe (...) y de burlarse de las jóvenes violadas por las Manadas, ahora pretenden imponer en la educación pública su modelo machista, homófobo y racista", explica el comunicado del Sindicato.

Esta organización considera que el pin parental de Vox y PP -aunque incluye a Ciudadanos en la ecuación-, ya sido "aprobado en Murcia" y que ahora se pretende "implantar en Madrid y Andalucía" para extenderlo al resto del Estado. Además, sostiene que "supone una brutal agresión a nuestros derechos democráticos".

Cree que el polémico veto de los padres pretende "excluir de la educación cualquier actividad o iniciativa que denuncie la violencia machista y la cultura de la violación, o que defienda los derechos de nuestros compañeros y compañeras LGTBI".

Y argumenta: "Vox, el PP y Cs defienden el Pin parental como una medida contra el 'adoctrinamiento'. ¡Pero qué cara más dura!". "Si existe algún tipo de adoctrinamiento en nuestras aulas es precisamente el que ejerce uno de sus principales aliados: la jerarquía de la Iglesia Católica, que recibe nada más y nada menos que 700 millones de euros de dinero público al año para esparcir su ideario reaccionario", sostiene.

La huelga del 6 de marzo, por tanto, luchará por los siguientes objetivos: "Frenar a la extrema derecha" con "la movilización masiva", celebrar una huelga "general estudiantil, feminista, antifascista y antirracista". Además, buscará prohibir "por ley" el pin parental, implantar una asignatura de "educación sexual inclusiva y en libertad", y que sea "evaluable y obligatoria en todos los centros de estudio".

También se pide "sacar la religión de nuestras aulas y terminar con el regalo de miles de millones de dinero público a la Iglesia Católica y a la educación privada concertada".