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Sólo el 6,5% de la población española ha sido 'antivacuna-covid', y los datos hablan mal de ellos...
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(Foto: Junta de Castilla-La Mancha)

Sólo el 6,5% de la población española ha sido 'antivacuna-covid', y los datos hablan mal de ellos...

martes 03 de enero de 2023, 09:32h

Una de las dificultades en esta pandemia de covid que hemos atrevesado ha sido el rechazo a la vacunación. Un estudio realizado por investigadores de la UOC, publicado en abierto en la revista científica PLOS ONE, ha calculado cuál ha sido la reticencia a la vacuna en España.

Durante la primavera de 2021, se inició en Europa una campaña masiva de vacunación a la población general. Las redes sociales se llenaron de bulos e informaciones falsas (fake news) con el objetivo de generar un ambiente de desconfianza sobre las vacunas y los nuevos métodos que se habían empleado en su fabricación, como la tecnología ARN mensajero. Incluso se llegaron a elevar a norma general casos puntuales como los trombos, supuestamente causados por la inoculación de este innovador tratamiento.

Reticencias a la vacunación

Para hacer el estudio, durante la primavera de 2021, los expertos encuestaron a más de 4.300 personas a través de las redes sociales, 500 de las cuales eran profesionales sanitarios de distintas ramas. En aquel momento, el 48,6% de los participantes de la población general estaban vacunados contra la covid, y el 6,5% de la población general se mostró reticente a vacunarse. Sin embargo, a medida que las personas tenían más edad, el porcentaje de vacunados se incrementaba.

"Los más jóvenes o con menor formación eran los más reacios a vacunarse, probablemente porque eran el colectivo social que percibía menos riesgo a tener problemas derivados de la covid, con lo cual veían menos beneficios a la vacuna", apunta Salvador Macip, médico y profesor de los Estudios de Ciencias de la Salud de la UOC, y director del Laboratorio de Mecanismos del Cáncer y el Envejecimiento de la Universidad de Leicester. Asimismo, este experto afirma que el nivel educativo y el hecho de tener conocimientos médicos "reducen las reticencias" ante estos tratamientos innovadores.

Por su parte, en el caso de los profesionales sanitarios, el porcentaje de vacunados contra la covid se elevaba al 95%. "Los profesionales de la salud tenían más dudas sobre la eficacia y la seguridad de la vacuna. Sin embargo, eran los menos reticentes a vacunarse, posiblemente porque entendían mejor las consecuencias de no vacunarse y estaban más familiarizados con el concepto general de vacuna", destaca Macip.

Otro de los aspectos que se evaluaron durante este trabajo fue la aceptación o el rechazo a la vacuna en función del laboratorio que la había fabricado. En este aspecto, la mayoría de los participantes no mostró preferencia por una vacuna determinada. Sin embargo, las personas que se vacunaron con la terapia de Pfizer manifestaron haberlo hecho con su "vacuna preferida".

En el caso de Europa, debido a las campañas que se realizaron, hubo una preferencia por las vacunas basadas en el ARN mensajero, o mRNA, por encima de los otros tipos de terapias que se ofrecieron a la población en aquel momento. Sobre el contexto que se percibió en aquellos momentos de la pandemia, los expertos destacan que "la aceptación de la vacunación contra el coronavirus no se vio afectada por los movimientos antivacunas ni por la desinformación de algunos medios".

Confianza en los tratamientos

A pesar de que estos datos no son especialmente negativos, todavía hay un importante porcentaje de la población que muestra su rechazo a este tipo de vacunas. Este colectivo puede llegar a poner en riesgo su propio bienestar e incluso generar un problema de salud pública. "El desconocimiento es lo que genera más reticencias. Pero una buena información puede superar incluso la atracción que generan en las redes los antivacunas", afirma el investigador.

De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el rechazo a las vacunas era un problema "frecuente", antes incluso de la pandemia, y es considerado una de las 10 principales amenazas para la salud mundial.

Para evitarlo, los expertos recalcan que la información veraz, contrastada, transparente y ágil es el método más efectivo para concienciar a la población y minimizar el rechazo y las reticencias a este tipo de terapias. De hecho, se ha demostrado que el rechazo y las reticencias disminuyen durante las campañas de vacunación, al comprender la funcionalidad y la eficacia de esta medida. "Las campañas informativas son esenciales. Cuanto más se sabe sobre un fármaco nuevo, menos miedo se le tiene", concluye Macip.

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