La Autoridad Portuaria de Gibraltar (Gibraltar Port Authority, GPA) ha confirmado un nuevo vertido de fuel procedente del barco mercante OS 35 que ha obligado a cerrar todas las playas de levante de la Línea de la Concepción.
Desde Gibraltar han intentado mitigar el impacto del vertido en Aguas Territoriales Británicas de Gibraltar (British Gibraltar Territorial Waters, BGTW), tras una fuga de fueloil bajo en azufre que estaba previamente retenido en el granelero varado en su costa.
Lamentablemente el petróleo salió del buque antes de que el tiempo amainara lo suficiente como para permitir el redespliegue de la barrera que lo rodeaba, que fue retirada durante el fin de semana. Actualmente, se está llevando a cabo la recolocación de la barrera para circunvalar el OS 35. El fueloil vertido representa volúmenes no bombeables a bordo, así como residuos de suciedad de los depósitos de combustible. “Por desgracia esta fuga era inevitable y previsible”, argumentan las autoridades gibraltareñas.
De forma que la autoridad portuaria, junto con los organismos asociados -entre ellos el Ministerio de Medio Ambiente- y en estrecha colaboración con sus homólogos en España, ha centrado todos sus recursos en las operaciones de limpieza, tanto desde tierra como en el mar.
Como medida de precaución, las dársenas deportivas del Puerto de Gibraltar han sido cerradas con barreras. También se han desplegado barreras en forma de J en Levante y dentro de la Bahía. El Departamento de Medio Ambiente ha desaconsejado el baño en Camp Bay y en Little Bay. También se han movilizado equipos de limpieza a las 2 playas, y se suspendió toda actividad pesquera hasta nuevo aviso.
Actuaciones en La Línea de la Concepción
Por su parte, existe una creciente tensión en La Línea de la Concepción tras la confirmación de la llegada de alquitrán a prácticamente todo el litoral de Levante. Situación que ha provocado la activación del nivel 1 de alerta medioambiental en la localidad.
Según el alcalde de la Línea, Juan Franco, “lo que se temía que podía pasar, ha acabado ocurriendo. Y es que al tener el buque OS 35 el casco roto y al asentarse en el fondo marino, cabía la posibilidad que con vientos de levante, los residuos que se encontraban a bordo del buque se escapasen y llegasen al litoral linense”, sentenció el edil de la Línea.
Un fuerte olor y la aparición de manchas han obligado al cierre de las playas, y después la Junta de Andalucía ha declarado el primer nivel de alerta medioambiental.
Desde el Ayuntamiento linenses están a la espera de que se proceda a la retirada del vertido, si bien los técnicos apuntan a que una embarcación de Salvamento Marítimo estaría conteniendo, en gran medida, el vertido.
“La última noticia que tengo es que en Poniente no hay restos, tememos que este vertido acabe llegando a San Bernardo y Virgen del Carmen”, ha comentado Franco.
El problema es que el viento de Levante arrastró los fluidos y las sustancias que contenía el buque, “Dentro de lo malo, por lo menos el tema de los pescadores está controlado. Aunque he de avanzar que hasta el 12 o 14 de octubre las tres zonas marisqueras continuarán cerradas”, advirtió el alcalde linense.
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