Una retirada de menos de 24 horas de duración. El líder socialista en Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha recapacitado antes las presiones recibidas por su partido y las bases.
Después de estas llamadas a resistir, anunció que, en calidad de candidato de la lista más votada en las elecciones autonómicas de su región, intentará formar de nuevo gobierno.
Realmente es una batalla perdida de antemano porque PP y Vox suman más que PSOE y Unidas Podemos, pero buscará el pacto imposible consistente, necesariamente, en que los 'populares' se abstengan.
En todo caso, Vara ha avisado de que la retirada de la política sigue en pie en caso de que, pese a sus esfuerzos, no consiga formar gobierno.
Y es que en las últimas horas había incluso indignado la postura del político, tirando la toalla pese a ser el candidato más votado, cuando lo habitual es que lidere el intento de investidura y en todo caso luche hasta el final.
De ahí su paso atrás y cambio de postura que manifestó ayer martes en la Comisión Ejecutiva Regional del PSOE extremeño: "Parece lógico que cuando se constituya la Asamblea y se celebre el debate de investidura, los diputados decidan si gobierna quien ha ganado o quien las ha perdido".
Cambio de discurso
Además, pasó del discurso derrotista a uno batallador: "Que nadie tenga ninguna duda de que vamos a intentar gobernar. Es evidente que si yo no gobernara vamos a iniciar un proceso de relevo en otoño".
Dicen algunas fuentes que desde Ferraz, incluso por el mismo Pedro Sánchez, le llegó un mensaje en clave de toque de atención, porque un discurso tan negativo dejaba a las bases totalmente desactivadas de cara a las generales de julio, por lo que muchos votantes percibirían que sería inútil votar al PSOE ante una previsible victoria del PP también en julio.
Hay que recordar que el 28 de mayo el PSOE extremeño ganó en las urnas y obtuvo 28 escaños, los mismos que el PP. Es por eso que los 'populares', liderados allí por María Guardiola, simplemente tienen que lograr el apoyo de Vox, que ha sumado 5 diputados en la Asamblea, uno más que Unidas Podemos (4).
Por un solo escaño, el Ejecutivo extremeño cambiará de color político, cifra que remarca el PSOE a nivel nacional para evitar una imagen de debacle o fracaso, ya que se considera que no debe haber más bajonazos de votaciones en esta región en las generales.
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