La prensa nacional, con la esperada excepción de 'El Mundo', coincide en destacar el primer fracaso de intentar relacionar a ETA con los atentados del 11-M, tras las palabras en la sesión de este viernes de uno de los procesados, Hassan el Haski, que lo negó y añadió que eso y lo del ácido bórico son "películas". Además, tanto 'El País' como 'ABC' y 'La Razón' también hablan de las primeras contradicciones entre los acusados y del buen trabajo de la fiscal, mientras que 'El Mundo' opina lo contrario, que los acusados se defienden bien y sin apuros ante la fiscal.
Esta referencia a la negativa de El Haski es incluso recogida en las portadas de los conservadores 'ABC' y 'La Razón'. Ambos, además, lo llevan en el primer subtítulo tras los respectivos titulares con los que abren. Así, 'ABC', que titula 'Zougam reconoce que las tarjetas de las bombas salieron de su locutorio', añade debajo que 'el presunto autor material de la matanza es el primer acusado que contesta a la fiscal', para añadir que 'tanto él como El Haski y Belhadj niegan toda relación con ETA'.
Por su parte, 'La Razón' abre con este titular: 'Salen a relucir la sprimeras contradicciones entre los principales acusados del 11-m', y en el subtítulo destaca las palabras de El Haski, cuando afrima que cómo iba a tener él relación con ETA si ni siquiera habla español.
Mucho más rotundo se muestra el progubernamental 'El País', que titula a cuatro columnas 'Fracasa el primer intento de vicnula a ETA con el 11-M en la vista oral'. Mientras que el subtítulo hace referencia a que una asociación de víctimas preguntó a los islamistas por su relación con la banda.
La única nota discordante al respecto la pone 'El Mundo', que también desplieg aun titular a cuatro columnas: 'Zougam rebate las acusaciones y la fiscal no logra ponerle en apuros'. Y en ninguno de los subtítulos de portada aparecen las negativas de los interrogados sobre la teórica implicación de ETA.
Y es que este viernes, no hizo falta esperar a la tercera comparecencia para escuchar, en labios de uno de los procesados por el 11-M, una negativa sobre la vinculación de los atentados o sus autores con el entorno de ETA. Hassan el Haski, acusado de ser uno de los 'cerebros', negó su participación y condenó la violencia. Además, negó conocer a alguen de ETA y dijo que eso y el caso del ácido bórico son "películas".
El presunto inductor de los atentados del 11-M y dirigente del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM), Hassan El Haski, ha respondido a su que "cualquier musulmán condena esas cosas", en referencia a la masacre de Madrid, y que no podía consentir que se diga que los musulmanes "atentan contra inocentes y niños, porque el Islam desaprueba este tipo de conductas". Negó conocer a etarras y calificó el asunto del ácido bórico como “medicamentos de las cucarachas”.
Hassan El Haski, que rechazó contestar a la fiscal Olga Sánchez y al resto de acusaciones y defensas, salvo a su abogado, José Luis Borraz, negó también su pertenencia al CGIM, del que dijo que "no existe, es un grupo ficticio", por lo se cuestionó que pueda decirse "dónde está su sede". Realizó su declaración en árabe.
A la pregunta de su abogado sobre si rechazaba la "yihad", o guerra santa, El Haski señaló que la "yihad" significa "superación de uno mismo, y también escribir en defensa propia y conseguir medios económicos".
No conoce a etarras
Durante un momento de su interrogatorio en la segunda sesión del juicio del 11-M que se celebra en el pabellón de la Audiencia Nacional en la Casa de Campo, en Madrid, El Haski fue preguntado por su letrado defensor sobre una posible relación con miembros de ETA. En este punto, El Haski elevó la voz y espetó al tribunal "¿Cómo puedo tener relación con ETA si no hablo en Español, ni lo leo? ¿Puedo tener una relación con ellos en el cielo,acaso? Esto es incierto".
Con este mismo tono se refirió El Haski al hallazgo en su domicilio de Tenerife de ácido bórico, cuyo análisis ha motivado la apertura de una investigación ajena a esta causa relativa a la labor de algunos peritos policiales, que relacionaron esta sustancia con la actividad de ETA. "Es como la película de los medicamentos de las cucarachas -dijo concretamente El Haski-, lo mismo".
Igualmente, el presunto inductor de los atentados, para quien la Fiscalía solicita 38.656 años de prisión, negó conocer al resto de procesados, a los que retó a encararse con él si decían lo contrario.
El Haski contestó a su abogado que abandonó Marruecos en 1986 y se dirigió a Francia, desde donde partió hacia Pakistán con un "grupo de predicación". Allí permaneció durante dos años y luego viajo a Siria, donde tiene a su familia. Allí se dedica a estudiar en el Instituto Islámico.
También reconoció que residió en Lanzarote entre 2000 y hasta su detención, con el objeto de conseguir su regularización en nuestro país. El Haski dijo que se trasladó a Bélgica, a finales de 2003 y que en marzo de 2004 se trasladó a Francia, con un tal Youssef, del que desconoce sus apellidos.
El Haski fue detenido el 17 de diciembre de 2005 en las Islas Canarias y procesado posteriormente por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón de forma independiente a esta causa como líder del Grupo Islámico de Combatientes Marroquíes (GICM). Durante el registro de su vivienda en Lanzarote la policía localizó la sustancia conocida como "ácido bórico" que desencadenó el inicio de una investigación paralela en la Audiencia Nacional y los juzgados ordinarios de Plaza Castilla.
Según considera acreditado la Fiscalía, que solicita en su caso 38.656 años de prisión, El Haski, como "cheikh" o jeque del GICM proclamaba la yihad para derrocar a los gobiernos y convertirlos en estados islámicos. Adoctrinaba a ciudadanos sirios, argelinos y marroquíes para enviarlos a Irak para ejercer la guerra santa.
Unos días antes del 11-M se alojó en la vivienda de dos imputados por el 11-M en Bélgica dando muestras de "estar muy nervioso" y necesitar un lugar donde esconderse ya que, según el escrito de conclusiones preliminares de la Fiscalía era conocedor e instigador de los atentados. Una vez se produjo la masacre se mostró calmado y sosegado y manifestó que había sido su grupo de marroquíes en España, entre los que se encontraba el procesado Jamal Zougam, el encargado de llevarlos a cabo y añadió que "estaba orgulloso y contento" por los sucedido en Madrid.
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