OPINION/Víctor Gijón
lunes 17 de noviembre de 2008, 15:19h
La recogida de firmas por buenas, malas, o regulares causas tiene una larga tradición en un país como el nuestro que durante 40 años se vio privado de libertades. Era la forma habitual utilizada por la oposición al franquismo para poder asomar la cabeza sin que se la partiesen.
En Cantabria también se recogieron firmas a través de los medios de comunicación. Uno de esos manifiestos, propuesto antes de la democracia, reclamaba la terminación del ferrocarril Santander-Mediterráneo. Con las libertades la práctica cayó en desuso y sólo partidos extraparlamentarios o colectivos ciudadanos la ha utilizado.
El anterior equipo municipal de Santander, presidido por Gonzalo Piñeiro, utilizó la asociación vecinal presidida por Ramón Carrancio para justificar su enfrentamiento con el Gobierno regional por la construcción del Moneo. Pero fue la excepción. En todas esas aventuras los medios de comunicación han jugado el papel que les corresponde, es decir reflejar lo que estaba pasando sin tomar partido. Pero hace unos años el diario El Mundo descubrió que es rentable económicamente ponerse al frente de recogidas de firmas. El famoso manifiesto a favor del español fue la última iniciativa de ese periódico que le pasa por la derecha al PP.
Ahora El Mundo de hoy en Cantabria, franquicia del periódico de Pedro J. Ramirez, que sostienen económicamente amigos y socios de dirigentes del PP regional, ha decidido sumarse a la fiebre de los manifiestos y recogidas de firmas. Un día después de que el otro periódico de la derecha se lanzara a la yugular del Gobierno, con un debate tramposo, falso en algunas de sus premisas, su rival en la disputa por los favores del PP le toma la delantera y anuncia que recogerá firmas.
El Mundo de hoy en Cantabria quiere que los cántabros apoyen la reclamación del AVE para el 2010. Se supone que piden el AVE, AVE, es decir el que sólo transportaría pasajeros, opción que defiende el PP regional, aunque ésta no fuera la preferida para otras comunidades autónomas del siempre querido, admirado y añorado por los populares cantabros, Paco Álvarez Cascos, cuando era ministro de Fomento. Pero basta que el Gobierno regional diga A, para que el PP cántabro diga B.
El debate sobre las infraestructuras ferroviarias en Cantabria está condicionado por la mala fe de unos y la demagogia oportunista de los medios de comunicación de la derecha. Entiendo, aunque rechace de plano, que a El Diario Montañés no le guste la idea de que el AVE a Cantabria sea competitivo con el AVE de Euskadi a la hora de transportar mercancías y pasajeros, teniendo en cuenta que los propietarios del rotativo de la Albericia tienen muchos más intereses económicos en el País Vasco que en Cantabria, pero, ¿cuales son las razones de El Mundo? Por los visto se trata de hacer el papel de animadoras del PP, que, visto lo visto, necesita hacer ruido para que no se note su evidene falta de ideas.
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