La decisión del pleno, adoptada cuando se cumplen 33 años de la muerte del dictador, responde a una iniciativa del grupo municipal de IU -socio de gobierno del PSOE en el Ayuntamiento- cuyo portavoz -Aurelio San Emeterio, ha planteado que los toledanos no concedieron ninguna medallla a Franco, sino que fue el propio régimen el que lo hizo.
La moción aprobada, también exige al Ayuntamiento que tome en consideración la necesidad de aplicar en su ámbito competencial la Ley de Memoria Histórica, aprobada el año pasado.
El Ayuntamiento, en cuya fachada lateral permanece la placa de granito en agradecimiento a Franco por inaugurar en 1948 la traída de aguas a Toledo desde el embalse del Torcón, tendrá que tomar ahora "las medidas oportunas" para la retirada de la Medalla de Oro de la ciudad, concedida al dictador en 1939, y de la del Alcázar, que se le otorgó en 1961.
San Emeterio ha limitado su exposición a la lectura del acta por la que se concedió la Medalla de Oro de la ciudad a Franco y de un informe posterior que da cuenta de la represión llevada a cabo en España desde las filas franquistas durante la Guerra Civil y la dictadura.
La moción de IU considera "inadmisible" que el Ayuntamiento siga manteniendo menciones honoríficas del pueblo toledano "a un general golpista y a un idctador que durante décadas encarnó un régimen político esencialmente contrario al sistema de convivencia de que se han dotado los españoles".
Deslegitimación de la Transición
El presidente del grupo municipal del PP, Lamberto García Pineda, ha defendido el rechazo de su formación a esta moción "innecesaria" y "perjudicial para la convivencia" y con la que IU, en su opinión, persigue "la deslegitimación de la Transición".
García Pineda ha ubicado esta iniciativa en un "océano de insensatez o de despropósitos", en el que también figura para el PP de Toledo "la necia desmemoria histórica que tanto gusta a una parte de la izquierda".
El presidente del grupo del PP ha reprochado al PSOE e IU que se preocupen de "insignias o medallitas" en lugar de ocuparse de los problemas que, en su opinión, preocupan de verdad a los ciudadanos, y ha recordado que los políticos trabajan para resolver problemas, no para generar enfrentamientos.
A su juicio, mociones como la debatida hoy sólo sirven para "reabrir viejas heridas y odios que nunca debieron producirse", pues "siempre ha habido enfrentamientos" y, sin la colaboración de todos, "ésto sería el cuento de nunca acabar".
García Pineda ha recalcado que la dictadura franquista "se ha superado", a no ser, ha dicho, "que queramos hacer el ridículo como ha hecho el ridículo un famoso juez que al parecer se enteró ayer de que Franco ha muerto", ironízó.
Se trata de cerrar las heridas
El portavoz socialista, Rafael Perezagua, ha rebatido los argumentos de Pineda y, si bien ha dado por superadas la Guerra Civil y la dictadura, ha manifestado que mociones como ésta no son "innecesarias ni perjudiciales ni tratan de reabrir heridas, sino de cerrar las existentes", dijo.
Perezagua, cuyo grupo evitó dar a conocer el sentido de su voto hasta el debate, ha reconocido también que le habría gustado una moción conjunta, consensuada por los tres grupos, como ocurrió con el Patio 42.
Como hiciera esta mañana el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, el portavoz ha recalcado que su formación está en contra de todos los dictadores, incluido Fidel Castro, y ha considerado que aún haya partidos políticos en el mundo que los ensalcen.
Rafael Perezagua ha agregado que esta iniciativa es un homenaje de la ciudad a quienes tuvieron el valor de reclamara a Franco que les devolviera su libertad, que, con independencia de su adscripción politica, fueron los verdaderos merecedores de la Medalla de la ciudad.
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