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Fabulosa energía en Lima

Fabulosa energía en Lima

lunes 01 de diciembre de 2008, 04:37h
Vicentico encabezó anoche, hasta los primeros minutos de hoy, una especie de terapia colectiva rítmica con 30 mil personas, en el Estadio Nacional de Lima, que se reunieron para presenciar el retorno de Los Fabulosos Cadillacs, la querida banda argentina.
A las 21:30 horas de ayer, las dos pantallas gigantes y los parlantes botaron la música característica del agente secreto 007, entonces los seis integrantes de Los Fabulosos Cadillacs (LFC) y sus tres músicos de apoyo, aparecieron sobre el escenario.
 
El respetable quería energía y LFC les dieron en el gusto, la mayor parte del show.
 
Ellos iniciaron la velada musical con "Manuel Santillán, El León", siempre con la voz de Vincetico al mando de todo, quien apareció vestido de riguroso traje oscuro como un capo de la mafia, guantes e infaltable bastón.
 
Fueron más de dos horas y media de show en el Nacional, donde LFC brindó lo mejor de su repertorio histórico, hicieron un par de versiones de los británicos de The Clash y aprovecharon para presentar La luz del ritmo, el álbum que es motivo de su retorno y de la gira latinoamericana Satánico Pop World Tour 08-09.
 
¿La suma? Alrededor de una treintena de canciones, como "Calaveras y diablitos", "Siguiendo la luna", "Demasiada presión", entre otros.
 
Vicentico y compañía sabían que la espera del público peruano por volver a verlos (luego de ausencia de seis años de los escenarios) fue larga y dieron reggae, ska, funk, rock y hasta bailanta mientras hablaban de amor y los problemas sociales, comunes a toda América Latina.
 
Por ello también, Vicentico habló al público recién después de la quinta canción. "Hola, buenas noches, amigos, amigas. Es para nosotros un orgullo estar de vuelta juntos en esta ciudad". Y luego pidió saltar, actividad física a la cual se dedicaban los otros Cadillacs de rato en rato en el entarimado.
 
Lo de anoche no era un concierto. Parecía una reunión evangélica, donde todos alzaban los brazos, cantaban y bailaban. Casi nadie de los que estaban en las tribunas quedaba sentado debido a lo rítmico del espectáculo. En la cancha, frente al escenario, el frenesí era mayor entre el público.
 
Sin embargo, no todos conocían la discografía completa del grupo, y varias canciones, para algunos demasiado lentas, alejaban al público. El sonido de LFC fue impecable, igual que el juego de luces, empero la voz del frontman Vicentico a veces no se entendía entre tanto despliegue de metales, guitarra y percusiones.
 
Las dos pantallas laterales (tal vez demasiado bajas para que todo el público aprecie el arte), intercalaban imágenes en blanco y negro alusivas a cada tema con las del grupo en escena. También dieron un homenaje visual a Toto Rotblat, el percusionista del grupo que falleció este año.
 
A pedido del respetable, Flavio Cianciarulo, Mario Siperman, Fernando Ricciardi, Sergio Rotman, Dany Lozano y Vicentico, fueron convocados por el respetable a retornar dos veces al escenario mientras el reloj se acercaba a marcar la medianoche. 
 
Para el primer retorno habían guardado lo mejor del show: el promocional "La luz del ritmo", "Carnaval toda la vida", "Mal bicho", "Vasos Vacíos" (para el cual los acompañó la cantante puertorriqueña Mimi Maura) y "Vos sabes". Y culminaron con "Matador" coreado al unísono por casi 30 mil personas.
 
Los Fabulosos Cadillacs se despidieron nuevamente y a los minutos retornaron para regalar al público versiones de dos clásicos de The Clash ahora con Flavio Cianciarulo en la voz líder y el hijo de 11 años de edad de uno de los integrantes en la batería. Luego Vicentico entonó la última canción y se despidió con un "God bless you!", con sabor a un hasta luego.
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