La interesada promesa de Gallardón

El alcalde, que es muy listo, 'vende' esta promesa a los comerciantes madrileños como un gran compromiso, pero oculta que si terminase realmente todas las obras de la ciudad sería --está siendo ya, aunque no han acabado-- el 'gran argumento' propagandístico de su campaña electoral.

Tampoco ha dicho que en el mes de julio anunció "más obras" si fuera reelegido, para "poner guapa la ciudad". Ni explica el sobrecoste de las mismas. Sólo en la M-30, 1.040 millones de euros más que lo aprobado en el presupuesto inicial; es decir, un 42 por ciento de los 2.468 millones en los que se estimó el total de las mencionadas obras, que ya habían aumentado previamente un 20 por ciento, cuando adjudicó la realización de las mismas a la empresa Madrid Calle 30.

Los comerciantes, sin duda, se verán beneficiados cuando terminen estas obras. En algunas calles importantes, como el Paseo de Extremadura, se ha hundido literalmente el comercio. En la zona de la calle Preciados, Puerta del Sol, calle del Carmen, etcétera, ya han expresado sus quejas porque dichas obras les están perjudicando en sus ventas y, sin duda, afectarán negativamente en la época más importante del año: las Navidades.

Todo esto parece que no le ha preocupado demasiado a este alcalde --como tampoco parecía importarle al anterior, Alvarez del Manzano, también del PP--, durante estos años de obras que han hecho de Madrid una de las ciudades más incómodas e intransitables de Europa. Pero ahora, ay,  se acercan las elecciones. Este es el motivo principal de sus promesas.