Hombre soltero que vive con sus padres, perfil del esquizofrénico en Madrid

El estudio, hecho con el trabajo de campo de 778 personas entre enfermos y familiares y con la colaboración de AMAFE (la Asociación Madrileña de Amigos y Familiares de Enfermos con Esquizofrenia), determina que la familia tipo de estos enfermos es una madre, ama de casa, casada y mayor de 60 años.

Las graves dificultades para la rehabilitación psicosocial de estos enfermos aparecen asociadas a su bajo nivel de estudios y al altísimo porcentaje de los que están desempleados, lo que hace que se convierta en un círculo vicioso del que es "muy difícil salir".

Los ingresos de estas personas suelen ser escasos, y sólo el 38 por ciento ingresa más de 1.200 euros al mes, mientras que el 62 ingresa menos de esa cantidad.

Por otra parte, el 94,8 por ciento de los padres preguntados declara abiertamente que la enfermedad de su hijo ha supuesto una sobrecarga en su vida; de hecho, el 74,3 por ciento ha abandonado gran parte de sus actividades habituales.

No es extraño que muchos se hayan visto necesitados de apoyo médico (29 por ciento), psicológico (31) y que acudan y agradezcan los grupos de autoayuda (45) para sobrellevar mejor la situación.

En cuanto a los recursos disponibles para apoyarles, alrededor del 45 por ciento de los enfermos no ha recibido información, y un 47,5 no ha podido acceder, cuando lo han necesitado, a otros servicios de su Centro de Salud Mental, como el psicólogo, para él o un familiar o el acceso a una unidad de hospitalización de estancia breve.

Las ayudas que menos han recibido los padres son las de conseguir una alternativa residencial para su hijo (sólo un 17,8 por ciento) o información sobre recursos laborales (sólo el 18,8) o sobre ayudas económicas (27,8), a pesar de que de estas depende que el enfermo pueda independizarse.

Entre los datos más dramáticos, destaca que el 62,6 por ciento de los familiares reconoce que el enfermo ha tenido pensamientos de no querer seguir viviendo, y casi un 39 ha tenido intentos de suicidio.

Y es que, según los autores de la investigación, "nos encontramos ante una enfermedad de larga duración: el 60 por ciento lleva más de 10 años en tratamiento psiquiátrico y el 65,6 ha sufrido de uno a cinco ingresos hospitalarios a causa de la enfermedad, si bien el tratamiento ambulatorio parece ser suficiente (hay un 18,5 por ciento que no ha sido hospitalizado nunca).

Los investigadores han inferido también que los pacientes con esquizofrenia presentan mayor incidencia de patología cardiovascular, respiratoria, metabólica e infecciosa y un mayor riesgo de mortalidad global tanto por causas naturales, como específicas.

La investigación concluye que las Administraciones Públicas deberían preparar a estos enfermos para que, cuando sus padres falten, puedan llevar una vida digna y no sean una carga para la sociedad o se conviertan en personas sin hogar.