A su juicio, la persecución desatada contra Rosales y contra varios medios de comunicación, las agresiones contra la disidencia chavista, como el de Lenny Manuit en Guárico, la enmienda y el acoso a los gobernadores de la oposición, no se parecen en nada al socialismo democrático y humanista que pregona Chávez o que encarnan gobiernos como el de Bachelet o Lula o los partidos socialdemócratas europeos.
Ochoa, en comunicado de prensa desde San Cristóbal, indicó que "este plan de control total sobre la sociedad, supone la liquidación moral y física incluso de líderes de la disidencia como Rosales y responsabilizó al Gobierno y directamente al presidente Chávez de lo que pueda pasarle al alcalde de Maracaibo y presidente del partido".