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Diecinueve años después

Todavía la historia espera ser descubierta

Todavía la historia espera ser descubierta

sábado 20 de diciembre de 2008, 05:45h

Para algunos panameños la invasión norteamericana del 20 de diciembre de 1989 fue una liberación, que se llevó al dictador Noriega; para otros fue otra intervención de la larga lista en las relaciones entre Panamá y Estados Unidos, desde la fiebre del oro de California.  Pero, sin importar cómo se interprete el hecho de que más de 20 mil soldados gringos atacaron a Panamá la noche de aquel 20 de diciembre, apertrechados como si fueran a conquistar una potencia del poder de Rusia, lo que todavía duele es que ningún gobierno haya investigado los hechos.

Nadie sabe cuántos muertos hay. Los números van de mil a 7 mil, lo que deja un amplio margen de especulaciones, porque no se conocen tampoco las razones del silencio de los deudos.  Los gringos promovieron, dueños de la ciudad, un saqueo que puede ser cómplice de la mentira que se cierne sobre la historia, constriñéndola hasta ahogarla en su temerosa mudez.

¿Hubo patriotas?  Las 19 intervenciones anteriores, desde la conocida como el Incidente de la Tajada de Sandía, iniciada por un gringo que no quiso pagar el trozo de fruta que se comió, retando a los criollos “mi ser americano, mi no paga”, hasta la de ese 20 aciago, con armas de incalculable poder aniquilador, no pueden ser envueltas en los títulos con que la gendarmería norteamericana pinta sus intervenciones: ‘Just Cause’ (Causa Justa), cambiándole la historia a otro país para llevarse al dictador hijo de sus entrañas.

La historia no se esconde toda la vida. Ella sola va quitándose los miedos, las envolturas con que la arropan los distintos intereses, y despejando las mentiras para que la verdad sea otro escalón en la definición de la identidad panameña.  Tal vez el próximo año sea el de la desclasificación de los documentos y los testimonios.

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