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Dejará la Casa Blanca el próximo 20 de enero

W Bush de los ex presidentes más impopulares de EEUU

W Bush de los ex presidentes más impopulares de EEUU

sábado 20 de diciembre de 2008, 05:47h

El presidente George W. Bush dejará la Casa Blanca el próximo 20 de enero como uno de los líderes más impopulares de todos los tiempos, heredando un país afligido por una de sus peores crisis económicas y sumergida en una guerra –contra Irak- que dividió a su población.

A un mes de abandonar el poder, el presidente número 43 de Estados Unidos goza de un nivel de aprobación por debajo del 30 por ciento, uno de los referentes de aprecio popular más bajos en comparación con la abrumadora mayoría de sus antecesores.

"Conforme los estadounidenses reflexionan sobre la presidencia de George W. Bush, ciertamente dejará el cargo como uno de los presidentes modernos menos populares", señaló el analista de la firma de opinión pública Gallup Jeffrey Jones.

"Pero quizás sea visto de una manera ligeramente más positiva que cuando los estadounidenses eligieron a Barack Obama para reemplazarlo, en una elección que algunos creen fue un repudio de George W. Bush y sus políticas", acotó.

Bush deja la Casa Blanca con un 29 por ciento de apoyo nacional, de acuerdo con el sondeo de la Gallup, una cifra que incluye un ligero impulso de cuatro puntos porcentuales que es habitual en las semanas previas a la salida formal de los presidentes estadunidenses.

Tanto Ronald Reagan, George Bush padre, Bill Clinton, Dwight D. Eisenhower y otros recibieron un impulso en las encuestas poco antes de dejar el poder, una especie de nostalgia del público estadounidense por el líder que condujo los destinos del país.

Aún con el auxilio de la añoranza popular, George W. Bush hijo no alcanza la marca del 30 por ciento, a pesar de que su gobierno montó una cuidadosa estrategia mediática para apuntalar su legado en la mente del público, en especial por la polémica guerra en Irak.

La Casa Blanca coordinó a un grupo de sus ex colaboradores como Karl Rove, Ari Fleischer y Karen Hughes a hablar ante los medios del legado de su presidencia, afectada no sólo por los ataques del 11 de septiembre, sino por desastres naturales como Katrina.

Rove y William Kristol, director del semanario conservador Weekly Standard defendieron al mandatario en un foro titulado provocativamente: "Bush (el mandatario número) 43 es el peor presidente de los pasados 50 años".

"Defenderé al presidente y defenderé su trayectoria en los pasados ocho años. No siempre exitosos, pero enormemente exitosos a largo plazo", apuntó Rove.

Como apoyo a sus ex colaboradores, el propio Bush decidió ponerse a disposición de los medios informativos en entrevistas para la televisión, además de aparecer en una larga lista de foros, especialmente ante soldados estadounidenses.

En una de sus más recientes apariciones, ante la Universidad del Ejército, Bush ensalzó los logros de su saliente gobierno en la lucha contra el terrorismo y reveló incluso que logró desactivar planes terroristas contra aeropuertos, aerolíneas y centros comerciales.

Entre los logros enumerados, el presidente estadounidense resaltó haber reconocido después de los ataques de septiembre de 2001 que las capacidades de inteligencia de Estados Unidos eran insuficientes para desmantelar las redes terroristas a nivel internacional.

Bush aseguró que su gobierno logró evitar "numerosos ataques terroristas", incluyendo un hacer estallar tanques de combustibles en el aeropuerto JFK de Nueva York, otro para explotar aerolíneas en la Costa Este y un ataque contra un centro comercial de Chicago.

"Ese día (el 9/11) definió mi presidencia y ese día cambió el curso de la historia", Y aunque no conocemos el camino adelante, podemos estar seguros del destino: un mundo donde el pueblo estadounidense están seguros y los niños del mundo pueden crecer con esperanza y paz", dijo.

En paralelo, el vice presidente Dick Cheney acometió una defensa similar del mandato de Bush y justificó en una entrevista periodística la "moralidad" de la guerra contra el terrorismo y la aplicación de agresivos métodos para los interrogatorios.

"Consideró que hubiera sido no ético o inmoral para nosotros no hacer todo lo que podíamos para proteger a la nación de futuros ataques como el ocurrido el 11-S", declaró Cheney a The Washington Times sobre los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Si bien Bush se ufanó a lo largo de su presidencia de no importarle el impacto de sus decisiones sobre la opinión pública, bajo el argumento de que actuaba por principio, los sondeos confirman que la mayoría de los estadunidenses no compartieron su ánimo por la guerra.

A un mes del fin de su mandato, un sondeo de The Washington Post documentó que una mayoría de estadounidenses apoya el plan de retiro de tropas de Irak del presidente electo Barack Obama y tiene una visión optimista por el desarrollo de la guerra en el próximo año.

De acuerdo con el sondeo, siete de cada diez los entrevistados dijeron que el presidente Obama debería cumplir su promesa de campaña y retirar fuerzas militares de Irak en los siguientes 16 meses después de asumir la presidencia además de lidiar con la economía.

El equipo de Bush podría argumentar que fue la actual administración la que hizo el trabajo que puede permitir la salida de las tropas de Irak, una situación similar cuando su padre aseguró que sentó las bases para el crecimiento económico de la era Clinton.

Por lo pronto George W. Bush posará para una foto histórica, cuando almuerce en la Casa Blanca el 7 de enero, no sólo junto a los tres ex presidentes en visa, James Carter, George Bush Padre y Clinton, además del que será el primer presidente afro americano Barack Obama.

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