OPINION/Víctor Gijón
martes 23 de diciembre de 2008, 15:56h
Algunos insistes en los negros presagios y apuntándose al catastrofismo. Incluso, cuando los datos son buenos y, como es lógico, los dirigentes políticos los presentan ante la opinión pública --Gorostiaga este sábado, Revilla este domingo y Agudo este lunes-- o se ocultan o se acompañan de admoniciones para eliminar optimismos.
Es una actitud de pesimismo totalmente injustificado. En lo centros comerciales, en los restaurantes, en los coches que circulan por nuestras calles no se ve la crisis. Pero la hay. Eso nadie lo duda, porque los bancos, que mostraban beneficios estratosféricos hasta anteayer dicen ahora que van a perder mucho dinero el año que viene. De hecho ya lo han perdido, pero por especular o al ser víctimas del timo de la estampita. No se informa de las empresas que se mantienen a flote, que se refuerzan y trabajan con vistas al futuro.
Las noticias que mandan son las de aquellas empresas que, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, reducen producción y plantilla. Determinados empresarios siguen teniendo la mentalidad del siglo XIX y piensan que un obrero, auque cobre una mierda, siempre es demasiado caro. Así que si merman los beneficios, aunque sea por su mala gestión, que suele ser lo más frecuente, la primera decisión es reducir la plantilla.
Las empresas que quieren seguir adelante, que ajustan empleo y productividad con lógica y previsiones, se quejan, con razón, de que la falta de liquidez coyuntural puede estrangularlas y condicionar negativamente su futuro. Los bancos y cajas tienen hasta el 1 de enero de 2009 para aclarar con el Gobierno si el dinero que éste ha puesto a su disposición lo van a utilizar para acudir en apoyo de las economías familiares y empresariales, o si han decidido volver a las viejas prácticas de la usura. Es evidente que no vamos a salir de la crisis más rápido por lamentarnos todos los días.
Ser proactivo ante la crisis y no ejercer el pesimismo seria una actitud mucho más rentable a medio plazo. Si alguno medios de comunicación optan por magnificar los malos datos y la derecha mediática se expresa con un pesimismo desaforado, o bien se debe a razones partidistas --Rajoy y el PP están convencidos de que la actual crisis les abre la puerta de la Moncloa-,- o es para despistar sobre sus antiguas adhesiones a las fallidas teorías neocon, o, lo que es más probable, están preparando el caldo de cultivo para colarnos sus propios ajustes de plantilla. Y no hablo a humo de pajas. En el sector ya se están produciendo despidos y se preparan más.
En Cantabria, no en Pernanbuco, y no me parece que en la mayor parte de los casos esté justificados los despidos. Habría que asumirlo si cuando las vacas gordas, en los tiempos no lejanos en que ganaron millones de euros, hubieran repartido dividendos con sus trabajadores y no con los accionistas, que, además, en la mayoría de los casos ni son de aquí, ni pagan sus impuestos en Cantabria. Otros si lo hacen, lo hacemos, y así vamos a seguir mirando al futuro. Eso sí con el permiso de bancos y cajas.
Si (
No(
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