Unicef pide aumentar solidez estructural de escuelas tras derrumbes en 2008

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) instó a la comunidad internacional a aumentar la solidez estructural de las escuelas para que sean menos vulnerables a las catástrofes naturales, que este año han dañado a muchas de ellas.

La agencia de la ONU aseguró en un comunicado que 2008 estuvo marcado por el desplome de centros escolares en todo el mundo, a menudo con consecuencias fatales para sus ocupantes.

"Sea por la mala construcción o por catástrofes naturales, el derrumbe de escuelas tiene invariablemente consecuencias desastrosas para los niños", dijo el responsable de Educación de Unicef, Cream Wright.

Observó que la edificación de escuelas seguras no solamente proporciona protección a sus alumnos, sino que puede servir de refugio temporal al resto de la población en caso de necesidad.

En Birmania hay todavía 4.000 escuelas que siete meses después del devastador paso del ciclón Nargis por el país todavía no se han reparado, recordó Unicef.

Se calcula que miles de niños perdieron la vida ese mismo mes de mayo en el terremoto que devastó la provincia china de Sichuán y causó daños en 12.000 escuelas, el equivalente al 40 por ciento de todos los centros educativos de la región.

La agencia también hizo referencia al terremoto que el pasado octubre sacudió la provincia paquistaní de Baluchistán, en el que resultaron dañadas las aulas de unos 31.000 niños.

Por otra parte, el derrumbe el pasado noviembre de una escuela mal construida en Haití costó la vida de 91 niños y maestros. En Chile, los alumnos del Liceo de Aplicación debieron terminar su año escolar en las instalaciones de la ex Universidad de la Repúiblica, luego del hundimiento de un sector del establecimiento.

"Las escuelas tienen mayor posibilidades de resistir las catástrofes naturales si tienen un diseño estructural sólido, se supervisa de cerca su construcción y se les hace un mantenimiento periódico", observó el comunicado.

La construcción de escuelas estructuralmente sólidas forma parte de la política educativa que defiende Unicef, que aboga por la creación de espacios de enseñanza acogedores, en los que los alumnos se sientan seguros, estén saludables y reciban una educación de calidad.