Además de la Presidencia a Benach, la vicepresidencia primera ha recaído en el socialista Higini Clotas, la segunda a manos de Ramon Camp, de CiU. La primera secretaria ha recaído en Lídia Santos (PSC) y la segunda le ha correspondido a Antoni Castelló, de CiU. La tercera secretaría le ha correspondido a Jordi Miralles (ICV) y la cuarta ha quedado para Rabel Luna (PP). El grupo mixto, ocupado por los tres diputados de Ciutadans, no ha entrado en la mesa.
Las intervenciones en esta primera jornada de la nueva legislatura del Parlamento catalán marcan lo que será, seguramente la tónica en las próximas semanas. Por una parte CiU, intentando arrogarse la representación mayoritaria de Cataluña mientras que los partidos gubernamentales han impuesto su mayoría sin entrar en el debate.
De hecho, después de la sesión, el presidente de CiU, Artur Mas, se ha lamentado de la actual situación. Ha insistido en recordar que “no nos dejaron ni negociar” y añadió sentirse engañado
Otra cara puso José Montilla, que el jueves próximo podría ser el nuevo presidente catalán. El socialista aseguraba: “No hemos engañado a nadie” y reivindicaba la legitimidad plena del que será su gobierno. En este sentido ha dicho que anunciará la composición del nuevo ejecutivo “inmediatamente” después de la investidura. Montilla añadió una apreciación que ya anunció en la última reunión del grupo parlamentario del PSC: “En esta legislatura no sólo se la juega el tripartito” sino también “el país”, dijo.
El portavoz de CiU, Felip Puig, ha acusado a la mayoría de izquierdas de “imponer al presidente del Parlament”, Ernest Benach, de quien ha dicho que “no representa la opinión mayoritaria de la ciudadanía catalana”. El malestar de CiU se ha hecho patente no sólo en declaraciones a la prensa sino en el gesto del presidente de la federación nacionalista, Artur Mas, que ha evitado cruzar palabra con Benach.
El mismo malestar se ha visto en las filas de PP y Ciutadans per el “Visca Catalunya Lliure” pronunciado por el nuevo presidente de Parlament. Benach, siguiendo la tónica del discurso inaugural de la anterior legislatura ha exhortado a diputados y diputadas a “actuar con sentido de Estado”. Ambas fuerzas políticas han coincidido en calificar la alocución como impropia del presidente de una institución que pretende representar a todos los catalanes.
Hasta que al inicio de la sesión, no ha sonado el timbre que llama a los diputados, en el Parlament de Cataluña, situado en el Parque de la Ciudadela, se han podido ver las imágenes acostumbradas en el inicio de la legislatura: diputados medio perdidos, otros con el plano que les servía para encontrar el escaño y conversaciones en corrillos entre representantes de la ciudadanía e invitados como el presidente de funciones, Pasqual Maragall, y también se han visto a militantes de los grupos de gobierno que esperan ocupar escaño cuando se forme el nuevo ejecutivo y queden algunos puestos vacíos.
En esta primera sesión se han podido ver algunas actitudes que seguramente serán habituales en el futuro, como la negativa de los tres diputados de Ciutadans a cantar el himno de Cataluña con que se ha cerrado la jornada.
Unos datos para terminar. De los 135 diputados electos, 47 son nuevos: 18 de CiU, 14 del PSC, 3 de ERC, 3 del PP, 6 de ICV y 3 de Ciutadans. La proporción entre hombres y mujeres queda así: 87 hombres y 48 mujeres, el 35,5 %. El diputado mayor, Joseph M. Balcells, tiene 65 años y los más jóvenes, 27: Albert Rivera, de Ciutadans y Laia Ortiz de ICV. Por profesiones, la mayoría son licenciados en Derecho. Siguen los economistas, médicos y filólogos.
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