El promotor de la fiesta culpa al Palacio de Deportes del robo de abrigos

Además, criticó la "absoluta falta de educación y saber estar de ciertos individuos que ha desembocado en una avalancha general, imposible de controlar, que ha supuesto un peligro para la integridad física, no sólo de los clientes, sino también de los propios trabajadores de la entidad".

El promotor de la macrofiesta, que empezó a mediodía y terminó a medianoche, lamentó "profundamente" los hechos ocurridos y señaló que en unos días dará los datos de su propia compañía aseguradora, así como las instrucciones a seguir para formalizar la pertinente reclamación por parte de todos aquellos que se han visto perjudicados por el suceso.

Por otro lado, la dirección de Heaven, que reconoció que el ropero había sido puesto, instalado y gestionado por su personal, señaló que "ha hecho frente" a sus obligaciones desde un primer momento, ya que "había dos personas de esta dirección en el lugar de los hechos, facilitando todos los datos solicitados por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado".

En este sentido, indicaron que las hojas de reclamación estaban a disposición de los clientes del evento en el puesto de control del Palacio de Deportes, ubicado al lado de las taquillas, "al haberse agotado las que ya había en la entrada de la calle de Felipe II". Para aquéllos que no pudieron formalizarlas, la dirección manifestó que establecerá un cauce para aquellos clientes que lo soliciten.

Por último, la entidad reiteró su disculpas por los daños y perjuicios ocasiones y solicitó "un mínimo de comprensión" porque, a si juicio, el grupo Heaven World Dance "también ha sido gravemente dañado en cuanto a su imagen, debido a un fallo evidente en la seguridad, que no dependía de esta dirección".

La empresa Madrid, Deportes y Espectáculos, que se encarga de la gestión del Palacio, propiedad de la Comunidad de Madrid, rehusó realizar cualquier declaraciones al respecto, aunque aseguró que tomará las medidas oportunas sobre lo ocurrido.

Una avalancha originó el robo
Los hechos tuvieron lugar en torno a las 23.45 horas. La mayoría de los asistentes, que habían pagado una media de 60 euros para entrar, quisieron aprovechar hasta el final del evento y, al terminar, acudieron todos a recoger sus prendas, por las que habían pagado tres euros cada una.

Una grupo de jóvenes, con síntomas de haber ingerido una gran cantidad de alcohol, comenzó a ponerse nerviosos ante la enorme cola que se generó en el ropero. Las encargadas del ropero se vieron desbordadas. Entonces, se produjo una avalancha, según informaron testigos presenciales, sobre el ropero. Tras la misma, muchas prendas habían desparecido. Los afectados, que criticaron la desorganización del ropero, llamaron a la Policía y formularon una decena de denuncias por robo de prendas de abrigo, efectos personales y documentación.

"La mayoría de la gente que se quedó sin abrigos cogió otros que no eran suyos. Ya es cara la fiesta, 60 euros sin copas, para que no pusiesen más seguridad. En todo el caos de la avalancha de gente, sólo llegaron a la media hora dos personas de seguridad para calmar el jaleo, y cuando empezó a entrar la gente dentro del ropero es cuando vino el resto de seguridad, pero ya sin poder hacer nada", relató otro testigo.