Uribe y Chávez se entrevistaron este domingo y fijan así nuevo camino a la que hasta ahora ha sido una turbulenta relación

Los presidentes de Colombia, Álvaro Uribe, y de Venezuela, Hugo Chávez, fijaron en Cartagena un nuevo rumbo a su relación empujados por el temor a la depresión económica mundial, relegando las controversias políticas que originaron su peor crisis diplomática.

Uribe y Chávez se reunieron el sábado en este puerto caribeño por primera vez desde que el 11 de julio de 2008 zanjaron la crisis que había estallado ocho meses antes, en la cual se retiraron los respectivos embajadores y cruzaron insultos.

Los vínculos se agrietaron entonces por la decisión de Uribe de cesar al mandatario socialista de su rol como mediador para la entrega de rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), alegando que se había parcializado en favor de la guerrilla.

La crisis se ahondó en marzo de 2008 por el ataque colombiano a una base clandestina de las FARC en territorio limítrofe de Ecuador, que dejó una veintena de muertos.

Chávez, aliado del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, envió tropas y tanques de guerra a su frontera con Colombia, mientras que Quito rompió relaciones con Bogotá.

En ese contexto el presidente venezolano acusó a Uribe de "mentiroso" y de estar sometido a Estados Unidos, y éste lo sindicó de querer instaurar en Colombia un gobierno de las FARC y de "legitimar" el terrorismo.

En otra descarga, Chávez dijo que "Colombia merecía un presidente digno", mientras que Uribe, un abogado de derecha, lo señaló de "incendiar" el continente con un "proyecto imperialista" basado en la riqueza petrolera.

Uribe también aseguró que Chávez utilizaba la polémica con él en favor de un referendo -rechazado en diciembre de 2007 y que volverá a ser votado el 15 de febrero- sobre una reforma constitucional que instauraría la reelección ilimitada, la cual consideró una "burla a la ley".

Sectores oficialistas colombianos promueven una consulta similar para que Uribe pueda aspirar a un tercer período consecutivo en 2010.

Las relaciones ya habían vivido una grave crisis en enero de 2005 por la captura en Caracas del dirigente de las FARC Rodrigo Granda, a manos de agentes venezolanos pagados por Colombia.

En contraste con esas tensiones, los dos presidentes se reunieron el sábado durante siete horas en un ambiente de camaradería, anunciando medidas para enfrentar la recesión.

Entre éstas figuran una comisión económica y dos fondos para financiar a microempresarios y obras de infraestructura en la convulsa frontera de 2.219 km.

Chávez manifestó igualmente su deseo de llevar el intercambio comercial de 7.500 millones de dólares (en 2008) a 10.000 millones de dólares este año.

"Yo, de verdad, y espero que nadie se sienta ofendido, me siento también colombiano", expresó Chávez en una rueda de prensa con Uribe, en la que evitó tocar temas espinosos e hizo un llamado: "no nos hagamos daño, no seamos masoquistas".

"Voy a utilizar una frase del presidente Uribe: 'estamos obligados a tener mucha prudencia en este tema'", afirmó sobre la crisis entre Colombia y Ecuador.

Interrogado por los secuestrados de las FARC, Chávez, un político locuaz, insistió: "en ese tema estamos también obligados a guardar la máxima prudencia".

Uribe no se quedó atrás consultado sobre el referendo venezolano. "Es una cuestión de democracia interna", sostuvo.

La designada embajadora de Bogotá en Caracas, María Luisa Chiappe, dijo a la AFP que estos hechos señalan un nuevo rumbo en la relación.

"Sin duda, y creo que la hacen mucho más dinámica. Se vio un ambiente muy propositivo. El tema económico es fundamental y pienso que dominará, más en estos momentos de crisis", pronosticó.