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Madrid Noroeste y la crisis del PP (I)

Datos e intimidades en torno a la investigación judicial

Datos e intimidades en torno a la investigación judicial

lunes 09 de febrero de 2009, 18:05h
El affaire de las estrechas relaciones de Special Events y Orange Market con el PP, especialmente en Madrid, Galicia y Valencia, ha disparado todas las alarmas en la madrileña calle de Génova, sede central del partido de la oposición, al añadir la investigación abierta por el magistrado Baltasar Garzón un muy serio asunto de indicios de corrupción a las aguas ya muy agitadas en el PP por el enredo de los espías de la consejería de Interior de la CAM, la guerra por la presidencia de Caja Madrid y las sospechas en torno a procesos de adjudicaciones de obras y servicios. Nadie piensa ni ha insinuado que el actual presidente del PP, Mariano Rajoy, tenga relación alguna, ni siquiera distante, con temas de corrupción, pero precisamente por eso crece el malestar por su silencio e inacción.
Desde centros de decisión de alto nivel económico y financiero se ha expresado a Diariocrítico perplejidad y disgusto por el esquema de la comparecencia de Dolores de Cospedal. La secretaria general y persona de máxima confianza de Rajoy –indican– ha creado una situación incómoda con la pretensión de que la fiscalía y la policía estén siendo utilizadas políticamente por el Gobierno contra el PP, lo que implicaría un acusación extraordinariamente grave para el magistrado que investiga los hechos y que, con toda certeza, Garzón no dejará pasar sin consecuencias.

    Los indicados círculos esperaban exactamente lo contrario, como un importante empresario comentaba ayer a este medio: “Era la ocasión para que Rajoy, que nunca tuvo nada que ver con estas tramas, diera el puñetazo en la mesa, pusiera todos los recursos del partido al servicio de la investigación y suspendiese preventivamente a todos los sospechosos de implicación o relación con los hechos investigados”.

    Los buenos datos que llegan a Rajoy de las encuestas más recientes, en las que la diferencia de intención de voto entre PSOE y PP ha desaparecido, e incluso en alguna de ellas se atisba cierto pequeño “sorpasso” del PP, pueden saltar por los aires si la opinión pública no percibe una reacción drástica de saneamiento cuando los escándalos explotan precisamente en las Autonomías que, como Madrid, Valencia y Galicia son auténticos bastiones de voto de los populares.
 

Madrid y la “trama del noroeste”

El magistrado Baltasar Garzón no ha abierto la caja de los truenos en cualquier parte, porque hace mucho tiempo que eran habituales en círculos políticos y periodísticos los rumores de presunta corrupción en la zona noroeste de Madrid. Los alcaldes de Boadilla, Pozuelo, Majadahonda y Las Rozas forman un núcleo de especial sintonía con el polémico y ambicioso vicepresidente del gobierno de la Comunidad, Ignacio González, núcleo cuyo epicentro se atribuye al Ayuntamiento de Majadahonda, muy agitado desde los tiempos de la polémica sucesión de Romero de Tejada por Guillermo Willy Ortega, hombre que pasó del círculo de confianza de Romero de Tejada al de Francisco Correa, el hombre ahora investigado por Garzón.

    El empresario Francisco Correa, muy vinculado también a Marbella y Miami, vive precisamente en una urbanización de la “zona noroeste”, en concreto en Pozuelo, donde tiene vecinos como el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan José Güemes. Estos últimos días, algún periódico ha comentado con humor que “en su comunidad de vecinos podría celebrarse una reunión de la cúpula del PP de Madrid”. En las empresas de Correa parece que la investigación busca accionistas ocultos y conexiones con paraísos fiscales, aún sin demostrar. Aparte de Special Events, son muy activas Servimadrid Integral y Easy Concept, y mucho menos otras como Pasadena Viajes y TCM.

    Tras la salida de Romero de Tejada y la llegada de Guillermo Ortega a la Alcaldía, María del Carmen Rodríguez, esposa de Correa, detenida y puesta en libertad por Garzón, se convirtió entonces, con un cargo similar a una dirección de gabinete, en la verdadera gestora del Ayuntamiento de Majadahonda, con el alcalde Willy, antiguo concejal de deportes, poco más que de figura decorativa. Tanto se deterioraron por entonces las relaciones entre el empresario Francisco Correa y el antiguo alcalde Romero de Tejada, que estos últimos días hubo incluso quienes apuntaban a este último como posible filtrador, lo que Diariocrítico está en condiciones de desmentir.

Lo cierto es que muy poco después, y a pesar de los ominosos rumores en torno a la inmobiliaria AFAR, Willy, fue defenestrado y sustituido por un hombre vinculado precisamente a los negocios de construcción inmobiliaria y muy de confianza de Ignacio González, el actual alcalde Narciso de Foxá. En todo este proceso, el Ayuntamiento de Majadahonda, uno de los núcleos residenciales más lujosos del país, había caído casi a una especie de quiebra técnica, hasta el punto de que el PP hubo de enviar a poner orden en las cuentas y en el partido local nada menos que a la actual presidenta de la Asamblea de Madrid, Elvira Rodríguez, antigua secretaria de Estado de Presupuestos y persona con bien ganada fama de incorruptible, que hizo lo que pudo, que no fue poco, y salió algo más que disgustada de lo que tuvo ocasión de ver. 

    Por cierto que pasó entonces Elvira Rodríguez a la consejería de Obras Públicas e Infraestructuras, también fugazmente, para pasar luego a la presidencia de la Asamblea de Madrid. Y es que un buen conocedor de las interioridades de los altos niveles del PP comenta a Diariocrítico que la honesta política y experta contable –ella misma prefiere definirse como una buena contable antes que como una política- tampoco se encontraba cómoda en el mundo peculiar que rodea las infraestructuras.

    Los conocedores de los entresijos de la ya conocida como “la trama del noroeste” aseguran que está plagada de vínculos con la construcción inmobiliaria y con ominosas ramificaciones hacia Valencia, Málaga, Miami y algunos paraísos fiscales. Hasta el punto de que confiesan el temor de que, si la investigación de Garzón llega al final del final, el PP puede “saltar en pedazos”.


Las “amistades peligrosas” del empresario Correa


No faltan en altos puestos del PP quienes aconsejan a Rajoy una actuación enérgica, de sanear a tiempo, anticipándose al curso judicial, esa “zona noroeste” de Madrid, utilizando a tal fin su capacidad política para forzar la dimisión de los alcaldes polémicos, sobre todo de los más vinculados con intereses de sectores polémicos, y su sustitución por personas de confianza política y ajenas a cualquier tipo de intereses económicos susceptibles de conclusión.

Alguien que estuvo muy próximo al detenido empresario Francisco Correa confirma a Diariocrítico los estrechos vínculos al menos manifestados por el presidente de Special Events con el ex vicepresidente y ministro Álvarez Cascos, “cuyo nombre usaba como argumento de autoridad a la hora de obtener determinados contratos”, y con el que fue hombre fuerte del PP gallego, José Cuiña, aunque tanto el primero como el segundo niegan cualquier relación que fuera más allá del natural conocimiento de un empresario que colaboraba habitualmente con el partido. En cualquier caso, y en el previsible proceso de la investigación del magistrado Garzón, todo apunta a que los detenidos no estén por la labor de oficiar de silenciosas víctimas propiciatorias. 

    Más seguras aún son las relaciones personales de estrecha confianza del empresario Francisco Correa con personalidades tan significativas como Alejandro Agag y Juan Villalonga, y por la proximidad a Aznar, con el antiguo y activo secretario del entonces presidente del Gobierno, Antonio Cámara. De hecho, se asegura que el propio Cámara, consejero de Caja Madrid, trabajó algún tiempo, después de 2004, para Correa. Tan estrechas eran las relaciones que, como se ha publicado estos días, Francisco Correa fue testigo de boda, por parte de Alejandro Agag, de la boda de éste con la hija de José María Aznar, y no en un lugar cualquiera, sino situado nada menos que junto a Berlusconi en la boda celebrada en el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.

    Alguien ha publicado estos días que, en los años presidenciales de Aznar, el empresario Francisco Correa materializaba, en los eventos, las ideas de comunicación del portavoz Miguel Angel Rodríguez, lo que este último ha negado rotundamente. Sin embargo, y aunque es probable que las relaciones entre Rodríguez y Correa no fueran precisamente entrañables, es un hecho que no pocos periodistas recuerdan como, en cualquier evento importante del PP, el acceso a Correa era decisivo para obtener los pases mejores y con más prerrogativas. Y era un hecho que Correa tenía acceso libre a cualquier sitio reservado y a todos los dirigentes importantes del PP, con los que se relacionaba con gran proximidad y confianza. 

El PP ¿prisionero de sus propios problemas?


Un destacado dirigente político nacionalista periférico señala a Diariocrítico que “en estos momentos, la incapacidad del Gobierno para diseñar políticas eficaces frente a la profundización de la crisis económica era toda una oportunidad para un PP de modelo centrado, impulsor de acuerdos transversales de amplio espectro político, como el que parece propugnar Rajoy, y forzar elecciones anticipadas, pero los conflictos aparecidos en la Comunidad de Madrid y sus parece que importantes derivaciones hacia Valencia y Galicia, pueden frustrar esa oportunidad”. 

El caso es que el PP valenciano reconoció el viernes preventivamente haber contratado en varias ocasiones los servicios de la empresa Orange Market, que está siendo investigada por orden del magistrado Garzón por la sospecha de que forme parte de la red del empresario Francisco Correa, aunque su figura visible en la Comunidad Valenciana sea Álvaro Pérez Alonso, hombre de relación frecuente con los máximos dirigentes del PP valenciano, especialmente con el sector de Francisco Camps, y no en cambio, quizá por ello, con el de Eduardo Zaplana. Estos aseguran que los contratos fueron estrictamente profesionales y que los servicios prestados por Orange Market fueron satisfactorios y a precio correcto. De hecho, por ejemplo, Orange Market fue adjudicataria del pabellón de la Generalitat Valenciana en FITUR. Todo lo relativo a esta adjudicación ha sido reclamado por la Fiscalía anticorrupción.

    Fuentes solventes indican a Diariocrítico que las investigaciones judiciales en Valencia pueden dar a luz asuntos incluso de mayor entidad que los de Madrid. Las mismas fuentes aseguran que es muy importante y significativa la documentación incautada el pasado viernes, tanto en la sede de Orange Market como en la Consejería de Turismo de la Generalitat Valenciana, aunque todo ello se encuentra naturalmente por ahora bajo secreto sumarial.

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