La línea recta

Equivoca el tiro Dolores de Cospedal cuando acusa al PSOE de “y tú más”, en lugar de aclarar por qué su partido es una jaula de grillos cebolleros donde florecen las tramas, las sospechas y los empresarios corruptos. En lugar de echar balones fuera la secretaria general del PP tenía una ocasión inmejorable para subrayar, (tal y como hizo Aguirre un día antes), que no son miembros de su partido los que están relacionados con la presunta conexión Madrid-Valencia.

    De un tiempo a esta parte el PP no devuelve una sola bola a la red; no llegan, no pueden y cuando se reorganizan un poco les vuelven a llover porrazos a discreción. A todo esto Rajoy guarda un prudente silencio que ya es denso y espeso. Un no molestar a nadie que tampoco ayuda a ninguno puesto que a pesar de las lluvias los campos del PP están en llamas.

“En todas partes hay un Judas”, decía Fraga cuando fue preguntado por estos asuntos judiciales, pero echar a Fraga para apagar un incendio es tan testimonial como insólito.

    Urge conocer las “business” de Correa y sus conexiones con los municipios del PP de la zona norte de Madrid. Cuánto más rápido lo resuelva el PP, mejor para ellos puesto que la comisión de investigación en la Asamblea está a punto de arrancar.

    Si no fuera porque hay que creer en la buena voluntad de los políticos sería para pensar que algunos tienen vocación de pisar charcos.

    Cospedal perdió una ocasión de oro para ir a la raíz del problema, siempre se ha dicho que la línea recta une a dos puntos por el camino más cercano, pues parece que en Génova no entienden de trigonometría y se empeñan en echar a los demás una culpa que quizá tengan ellos dentro.

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