Tiempos violentos

Carlos Penelas

Tiempos violentos

10-02-2009  Éste es el título de un film de Quentin Tarantino. Fue calificada como un extraordinario logro de la cinematografía moderna. Su nombre en inglés es Pulp Fiction, título tal vez más apropiado. Obtuvo el Oscar como mejor guión original en 1994. La película nos muestra una violencia irónica que incluso nos puede llegar a producir simpatía. Está considerada como una de las obras maestras del cine negro de los noventa.

 Pero hoy vamos a hablar de otras cosas, vamos a ver algunas estadísticas que son bellas, tranquilizadoras y llevan a defender a una sociedad en su totalidad.

 Como decía Borges "la estadística no es parte de la ética". Nadie es ingenuo para creer totalmente en ellas. Un solo ejemplo. En 2008 visitaron la Feria del Libro de Buenos Aires más de 1.200.000 personas. Paralelamente podemos ver que el 35,7% de los argentinos no leyó un libro ese año. De ellos, el 47% lo hizo con falta de interés. El 54 % de los argentinos no fue al cine en los últimos tres meses. El 59% de los chicos argentinos vive en hogares donde hay menos de 25 libros. Y mejor no sepamos cuáles son.

 Digamos que en estos días (hablamos de febrero de 2009) en la Tierra hay 6.759.506.821 habitantes, el doble que hace cuarenta años, cuatro veces más que a principios del siglo XX. Estiman en la ONU que para  2050 habrá alrededor de 9.400 millones.

 En  2050 el número de personas mayores de sesenta años superará por primera vez en la historia a la cantidad de niños, alcanzando el 32% de la población mundial.

   Hoy conviven un 28% de niños menores de quince años, un 18% de jóvenes (15 a 24 años), un 44 % de personas en edad laboral (entre 15 y 59 años) y un 10% de mayores de 60.

 De acuerdo a estas cifras, se triplicará la población mundial de mayores de 60 años; en Europa alcanzarán al 35 %. Son datos ciertos, datos que investigadores, profesores, seres probos han ido volcando en paper.

 En  Argentina, en 2001 había 4.871.957 adultos mayores, el 13,4 % de la población total. Los especialistas en demografía estiman que dentro de cincuenta años, el 25 % de la población tendrá más de 60 , duplicando casi el porcentaje del 2001.

   Los países en vías de desarrollo y subdesarrollados albergan hoy a 5.500 millones de habitantes, que pasarían a 8.000 millones dentro de 41 años.

  En los países más ricos viven 1.200 millones, y no aumentarán significativamente.

  África es el continente que crece más rápido en población. Representará el 21 % de los habitantes del mundo hacia 2050 (en 1950 tenía el 9 %). Mientras los europeos optan por tener uno o dos hijos, los subsaharianos tienen cinco de media con una desnutrición del 60 %.

En Japón, la expectativa de vida es de 82 años, en Zimbabwe  de 36.

 Níger tiene una tasa de natalidad de 48,3 o/oo , Uganda del 47,39 o/oo. Otros países africanos también tienen tasas parecidas, que han variado muy poco desde principios del siglo XX. Haití posee 36,59 o/oo

Alemania tiene una tasa de natalidad de 8,33 o/oo y 10,55 o/oo de tasa de mortalidad. Italia: 8,89 o/oo TN y 10,30 TM. Eslovenia 8,95 o/oo TN y 10,22 TM. En estos países, como en casi todos los europeos, el crecimiento demográfico es negativo, se pierden habitantes.

 En  2000, Lagos (Nigeria) tenía algo más de 13 millones de habitantes. Para el 2015 tendrá algo más de 23 millones. También Dhaka (Bangladesh), en el mismo período, pasará de algo más de 12 millones a más de 21 millones. Ambas estarán, en no más de siete años, entre las primeras cinco megaciudades del mundo. Un dato para aterrar.

   Se espera que la población decrecerá en 46 países, entre ellos Alemania, Francia, Italia y Japón.  Se triplicará en otros, como Afganistán, Uganda, Mauritania o Malí. La mitad de la población mundial se concentra en seis países: China con 1.350 millones, India con 1.100 mill., Estados Unidos con 295 mill., Indonesia con 250 mill., Brasil con 190 mill. y Pakistán con 170 mill.

  Hoy, el 50 % aproximada de la población vive en ciudades. En tres décadas más los habitantes urbanos crecerán al 70 %. ¿Lo pensó alguna vez mientras compraba manzanas en el supermercado? Discúlpeme, edificante lector, no lo molestaré más con datos. Lo prometo desde el tedio.

 Caro lector, soy apenas un poeta que sin saber, sin conocimiento científico, busca - de vez en cuando - estadísticas, números, racionalidad. Tal vez al artículo debería haberlo titulado con el nombre de otro film. Bailarina en la oscuridad, Buenas noches y buena suerte o Padre padrone. En el fondo creo que no tiene mayor importancia, usted me entiende. Perdón, me olvidaba. Si recuerda otra cinta o filmografía puede cambiar el título. Usted sabe, el título es lo de menos.