Estrechón de manos y triunfo el 3 de mayo

El estrechón de manos que se dieron ayer en Santiago de Veraguas, el presidente Martín Torrijos y el Alcalde Juan Carlos Navarro es un acto que debe interpretarse como expresión de la madurez y la responsabilidad existente en las filas del Partido Revolucionario Democrático. Más aun, como un intento por hacer simétricos los esfuerzos por mantener en la Dirección del Estado, el proyecto de país que emana del programa del partido torrijita.

En más de una ocasión la candidata presidencial Balbina Herrera ha dicho que “no podemos llegar al tres de mayo con un partido desgarrado”, y lo cierto es que las diferencias públicas abanicadas desde noviembre del año pasado, entre Torrijos y Navarro sólo favorecían las expectativas de una  oposición que a 78 días de las elecciones ya  habla, con arrogancia, sobre la conformación de su gabinete ministerial.  Pero el estrechón de manos no puede verse únicamente como expresión de una coyuntura electoral, aun cuando tal situación pesa mucho. Enterrar el hacha habla bien de ambos integrantes del Comité Ejecutivo Nacional (CEN), pero sobre todo de Torrijos, quien desde su condición de mandatario y partícipe de una discusión donde no hizo públicas sus desavenencias, ha sabido demostrar que es capaz de colocar al país, al partido y la lucha en que está inmerso, por encima de roces y contradicciones.

Es de esperarse que la ocurrido ayer en la placita de Santiago de Veraguas, en ocasión del 80 aniversario del natalicio de nuestro comandante histórico, el General Omar Torrijos Herrera, se exprese en la acción unitaria del PRD, en una mayor presencia de la propuesta presidencial del PRD en el escenario nacional,  y que tal unidad consolide la victoria incuestionable de la próxima presidenta de Panamá, Balbina Herrera Araúz, quien en esta coyuntura no cesó en sus esfuerzos por la unidad del Partido.

El PRD resume la herencia de Omar Torrijos Herrera a las generaciones presentes y futuras de panameños, nuestro compromiso es preservarlo a toda costa y en eso la gestión de Balbina, ha sido ejemplar. Nada casual tiene que los impresos de este sábado, salvo recurrentes excepciones, no hayan dado a este hecho el despliegue que otrora le otorgaron a la materialización de la alianza opositora.  

Ahora comenzarán una campaña contra lo que ellos llaman la ayuda del presidente a la candidata. Nada sorprendente, porque lo ocurrido ayer en Santiago, sí los llena de preocupación. Y ahora, como dice Balbina: ¡A buscar los votos!