Las fortalezas de América Latina ante la crisis

La crisis americana se sigue profundizando. Se perdieron 524.000 puestos de trabajo en Diciembre 2008, 2.6 millones en el año. La desocupación se disparó a 7.2%. Con los subocupados y los "desalentados" son el 13.5%, 21 millones. Uno de cada 8 americanos está desempleado o subempleado.

Se prevé que en el 2009, la tasa de desempleo subirá al 8.3%, y la economía tendrá un crecimiento negativo del 2.2%.

Los impactos son mundiales. Europa subió su desempleo al 7.8%, de 7.2% un año antes. China está bajando su crecimiento.

Se estima que la economía mundial crecerá sólo 0.9% en el 2009, el menor crecimiento desde 1982. Creció 2.5% en el 2008, y 4% en el 2005. El comercio mundial caerá en el 2009 por primera vez en 25 años.

América Latina sufrirá los efectos. La CEPAL estima que crecerá sólo un 1.9% frente al 4.6% del 2008, y el 5.8% del 2006 y el 2007. Se prevé que México por ejemplo crecerá sólo 0.5%.

Dadas las agudas desigualdades de la región, el impacto puede ser mucho mayor en los amplios grupos de pobres. Así la caída de las remesas que daban buena parte de su ingreso a 100 millones de los latinoamericanos más pobres, que las usaban para comprar alimentos, e insumos básicos, los afectará duramente.

Lo que suceda dependerá mucho de lo que los países de la región hagan. Tienen a pesar de la seriedad de los problemas varias fortalezas: Gran parte de las ideas económicas que llevaron a la caída de Wall Street y de la economía americana, fueron probadas con resultados desastrosos previamente en diversos países de América Latina. El Latinobarómetro muestra como la opinión pública desconfía profundamente del fundamentalismo de mercado, la desregulación total, el abandono de las políticas públicas, la teoría del derrame. Está de vuelta de esas ideas por la dolorosa experiencia que tuvo con ellas.

Hay gran apoyo en las encuestas a un rol activo de las políticas públicas. Se entiende como hoy sucede en todo el mundo desarrollado que es imprescindible poner en juego vigorosas políticas reactivantes, bajo criterios estrictos de eficiencia, buena gerencia, y transparencia. Rompiendo todas las ortodoxias que se aconsejaron tantos años a América Latina, Obama está estimando planes públicos que llevarían el déficit público de USA al 8.3% del Producto Bruto, la mayor cifra de la posguerra.

El rechazo a la corrupción tanto pública como corporativa, es generalizado.

Quedaron atrás los 90 donde se cultivaron los incentivos de mercado salvajes, y la corrupción, como lo mostraron las recientes admisiones de Siemens, era parte de las prácticas de negocios. Hoy hay se sabe que es un enemigo público, y hay altísima susceptibilidad a sus expresiones.

La ciudadanía tiene claro que en primer lugar hay que proteger las fuentes de trabajo, y la situación de los más débiles. En Europa los planes de apoyo público a las empresas, les exigen no despedir. Responsabilidad Social de la empresa privada en A.

Latina es ante todo hoy preservar los trabajos. Se espera que por otra parte los Estados desarrollen muy activas políticas contracíclicas. Más que nunca en lugar de los tradicionales recortes en lo social, deben aumentar la inversión en redes sociales de protección, en salud y educación, en servicios para los pobres, y evitar aumenten sus rubros básicos de consumo.

La ciudadanía se ha puesto en marcha en América Latina, y esta es la mayor fortaleza de todas. Avanzan la participación ciudadana, la exigencia de rendición de cuentas, la movilización para expresar protestas. Estas fuerzas sociales, que han logrado en los últimos años presionar fuertemente por un modelo más inclusivo, se harán muy presentes ahora para impedir que los costos de esta crisis en cuya génesis la región no tuvo parte, no recaigan sobre los más desfavorecidos. (Télam).-

Bernardo Kliksberg
Asesor Principal de la Dirección del PNUD/ONU para América Latina. Director del Fondo España/PNUD.