Los datos confirman que a pesar de la penalización del aborto, millones de mujeres ponen en riesgo su vida al acudir a servicios clandestinos para terminar con un embarazo no deseado. De hecho, a pesar de las creencias populares, los países que han legalizado el aborto inducido y creado programas accesibles de planificación familiar e información, muestran un marcado descenso en el número de interrupciones voluntarias del embarazo.
En España la cifra de abortos en la última década se ha duplicado: ha pasado de 53.847 en 1998 a 112.138 en 2007. Además, el año pasado el número de mujeres que no habían cumplido los 19 años y decidieron interrumpir su embarazo alcanzó la cifra de 19.000 casos, de los que 500 eran menores de 15 años. Éste es precisamente uno de los aspectos que trata el informe del Comité de Expertos encargados por el ministerio de Igualdad, según el cual recomienda al Gobierno a autorizar a las chicas de 16 años a decidir sobre el aborto sin el consentimiento paterno.
La mayoría de los casos tienen lugar antes de la semana 14
La reforma de la ley del aborto establecería una ley de plazos en la que no habría que dar ninguna excusa para interrumpir el embarazo hasta la semana 14 y a partir de aquí, sólo podría interrumpirse por dos motivos (cuando exista un grave peligro para la vida o la salud de la embarazada y cuando se detecten graves anomalías en el feto) hasta la semana 22 de gestación (cinco meses y medio), según explicó
Bibiana Aído, porque es el momento en el que la Unión Europea ha establecido que el feto ya puede sobrevivir fuera del útero materno. A partir de dicho momento, ni si quiera el grave riesgo para la vida de la madre permitiría abortar sin incumplir la ley.
Los últimos datos estadísticos presentados por el ministerio de Sanidad confirman que en España la mayoría de las interrupciones se realizan antes incluso de la semana 14, fecha propuesta como límite del aborto libre: el 62,84% tienen lugar antes de la octava semana de gestación; el 25, 31% de los casos se produce entre las semanas 9 y 12; un 6,20%, entre la semana 13 y 16, y a partir de aquí, un 3,69% tuvieron lugar entre las semanas 17 y 20 y un 1, 93% a partir de la semana 21 de gestación. La reforma que propone el ministerio de Igualdad modificaría la ley vigente desde 1985 con el objetivo de acercarse a otras legislaciones europeas.
Holanda tiene una de las tasas más bajas
El 65% de la población mundial vive en uno de los 74 países que permiten legalmente abortar sin ninguna restricción, otros muchos ponen las limitaciones en el grave riesgo para la salud de la mujer y en muy pocos es totalmente ilegal. El hecho de estas diferencias acentúan los distintos niveles socioeconómicos ya que muchas viajan a otros países para abortar. Países donde no aumenta la tasa de abortos por éste hecho si la ley va acompañada de otras medidas. Por ejemplo, en el caso de Holanda donde el aborto no está penalizado, existen servicios de protección social y un amplio acceso a anticonceptivos la tasa de abortos se calcula en 0,53 por cada 100 mujeres, una de las más bajas de Europa. En el caso de España, se sitúa en el 1,14 de cada 100.
El 97% esgrimieron riesgo materno
Aunque la norma actual en nuestro país permite abortar en tres supuestos: si existen malformaciones del feto, si las mujeres han sido víctimas de violaciones y si existe riesgo para la salud de la madre, que incluye riesgos psicológicos, queda patente que éste último es el argumento más esgrimido entre las mujeres que quieren abortar rondando el 96-97% de los casos en esta última década. Una opción que en ocasiones esconde la realidad de que muchas mujeres ven en ella su única salida para interrumpir el embarazo. En 2007 sólo el 2,08% de los abortos se realizaron en centros públicos frente al 97,92 que tuvieron lugar en clínicas privadas.
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