Radiales gratis para sus señorías

La Mesa de la Asamblea de Madrid ha acordado nuevas prestaciones para todos los parlamentarios regionales, en un bello intento de equipararlos con los que se sientan en el Congreso de los Diputados y en el Senado. En esta ocasión, populares, socialistas y miembros de la coalición coincidieron en la necesidad de aprobar nuevos derechos para sus señorías. Como siempre que no quieren que nadie se entere de lo que deciden, los ciudadanos nos enteramos por la prensa, igual que los portavoces del PSM e IU, Rafael Simancas y Fernando Marín, que dejan las pequeñas cuestiones en manos de sus representantes en la Mesa.

El popular Antonio Beteta defendió que sus compañeros diputados recorran las carreteras de peaje sin coste para sus bolsillos para no ser menos que los parlamentarios nacionales, que viajan por la cara por las carreteras de pago de todo el Estado. Sus señorías de la Asamblea de Madrid tenían el pack del diputado, que incluye bono transporte, móvil y llamadas, ordenador y sueldo, pero con menos ventajas que los representantes de las cámaras Alta y Baja, que gozan también de su plan de pensiones diferenciado del que aprobaron para el resto de los ciudadanos y de una indemnización por cese de actividad. Luego dicen que por qué hablan algunos de clase política para referirse a los diputados, cuando no paran de inventar normas y disposiciones que solo van destinadas a sus señorías.

Para algunos diputados que prefieren no dar sus nombres, esta medida es una forma encubierta de subirse el sueldo, que en estos momentos es de unos 3.500 euros mensuales, en el caso de un parlamentario con dedicación exclusiva. Nadie se opone a lo que ellos llaman dignificar la actividad de los políticos con sueldos dignos, pero muchos se plantean si lo digno es para ellos sólo lo que piden para ellos o lo decente ha de ser aplicado a todos por igual. Nadie se opone a que ellos entren gratis en las radiales de pago, pero muchos defienden, incluido Simancas, que todas las carreteras sean de acceso libre. Nadie se opone a que ellos cobren la pensión máxima cuando se jubilen, pero muchos creen que hay demasiados con pensión mínima. Nadie se opone a que hablen gratis por el móvil, pero muchos consideran que deberían hablar menos por teléfono y más en los plenos y salas de comisiones. Y sobre todo, hablar más con los ciudadanos, quienes podrían explicarles lo que cuestan las llamadas de móvil, los billetes de metro y de la EMT, acceder a las radiales, y sobre todo los años que hay que cotizar para recibir una pensión.