Especies olímpicas (I)

Conviven durante estos días en Madrid varias especies olímpicas bien diferenciadas. Abrimos aquí el primer capítulo con tres categorías.

El escéptico: para este espécimen Madrid no será nunca sede de los Juegos Olímpicos ni aunque se presenta como única candidatura. Ahora la excusa se llama Obama, pero para el 2012 se llamaba París. Si por esta especie fuera cualquier ciudad y cualquier candidatura es mejor que la nuestra y el caso es que se quedaron en los tiempos de “siempre caemos en cuartos”. Pero es que resulta que ahora ya ganamos Eurocopas. Nadie sabe si nos van a dar los Juegos. Pero nadie sabe lo contrario.
Antídoto: recordarle que seguramente para 2012 apostó por París y que aseguró que nunca pasaríamos de cuartos contra Italia. 

El original: a este los Juegos no le interesan demasiado pero tiene una opinión muy formada de los evaluadores. Análisis de garrafón por el que los 13 inspectores son una panda de vividores que como diría el clásico “se lo comen todo y se lo beben todo”. Así de original. Conozco muchos de estos. Muchos. Nunca se preguntan si la primera dama de un jefe de estado viene a Madrid sólo a pasear el palmito o a “comérselo todo y bebérselo todo”. Sólo hacen esos chascarrillos para los examinadores porque no lo entienden.
Antídoto: es cuestión de tiempo. Según se vaya acercando el 2 de octubre irán mutando en la siguiente especie.

El ‘yoya’: es quizá el más entrañable. Él ya vaticinó que Londres iba a ganar en 2012 y está casi convencido de que de cara al 92 también predijo lo de Barcelona. ‘Yo ya veía que Londres era la mejor candidatura’, ‘Yo ya sabía que Madrid no tenía nada que hacer. Muy común en las redacciones de deportes.
Antídoto: Es quizá el más difícil de contrarrestar. Se haga lo que se haga ‘él ya lo sabía’.

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