La ilegalizada Batasuna se presentará a las elecciones legislativas francesas del 10 de junio en la coalición 'Euskal Herria Bai' junto a Eusko Alkartasuna (EA) y Abertzaleen Batasuna (AB), según publicó el diario Gara en su edición del domingo 25 de marzo.
Según explica el diario de la izquierda 'abertzale', la coalición será "una opción en las urnas que representará los intereses de Euskal Herria", después de que AB decidiera en asamblea optar por esta alianza.
AB celebró el sábado una asamblea y decidió secundar la unión de estos partidos nacionalistas del País Vasco francés. Por su parte, el Partie Nationaliste Basque (PNB), rama francesa del Partido Nacionalista vasco (PNV), se ha desvinculado del acuerdo alcanzado entre las formaciones que iniciaron un proceso de negociación para conformar la alianza.
"El PNB aún está a tiempo de acudir a las urnas en unión con el resto de las formaciones abertzales, después de que intentara sin resultado atraer tanto a EA y AB para conformar una segunda alianza sin la presencia de Batasuna", explica Gara sobre las negociaciones llevadas a cabo para presentarse a las elecciones legislativas galas.
Apoyo popular al Gobierno para negociar con ETA
El 48, 4% de los españoles cree que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero debería volver a dialogar con ETA (frente a un 39,2% que se opone), a pesar del atentado del 30 de diciembre en el aeropuerto de Barajas que causó dos muertos. La mayoría (el 58%) reprueba sin embargo la decisión del Ejecutivo de conceder la prisión atenuada al etarra Iñaki de Juana Chaos, según se desprende del sondeo del Instituto Opina que hoy publica El País . El Gobierno no debe permitir que Batasuna se presente a las elecciones si no rechaza la violencia y cumple la Ley de Partidos. Así lo considera el 44% de los encuestados. Por otro lado, ni la unidad de España ni la autonomía de Navarra están en peligro según estima el 60,3% de los ciudadanos.
En cuanto a la labor de la oposición, el 67% no aprueba la estrategia del PP de basar su acción en el rechazo de la política antiterrorista del Gobierno. Al valorar la actitud de Gobierno y oposición en el "intento de acabar con el terrorismo”, el Ejecutivo recibe una nota de 5,2 mientras que la oposición un 3,6. Respecto a la crispación, casi dos tercios de los ciudadanos (el 64,7%) reprueban la “constante convocatoria de manifestaciones contra el Gobierno de Zapatero” por parte del PP, y la mayoría (el 54, 9%) atribuye al partido de Rajoy la “crispación en la vida política española”. En cuanto al 11-M, sólo un 18% tiene “alguna sospecha sobre la participación de ETA en los atentados”. El 69,3% no tiene ninguna. La mayoría de los encuestados considera que la seguridad del Estado “falló en la prevención del atentado”, esa crítica se da más entre los votantes del PP (58,3%) que entre los del PSOE (55,8%).
El proceso de paz, "liquidado"
El Gobierno considera que ya es imposible recuperar el ‘proceso de paz’ y que la suspensión decretada por Zapatero tras el doble asesinato de Barajas es, de hecho, una ruptura irreversible, según fuentes autorizadas consultadas por El Mundo . Según estas fuentes, si hay un comunicado de ETA en las próximas semanas será negativo y en ningún caso esperan ya que la organización terrorista vaya a anunciar su renuncia a la violencia, que sería la única posibilidad de volver a recuperar el ‘proceso de paz’.
La pregunta que se hace este periódico es por qué desde el Gobierno se han hecho en las últimas semanas movimientos que pudieran verse como gestos hacia ETA o Batasuna. Dichas fuentes explican que se trata de restar en lo posible base social a la organización terrorista y que su entorno pueda argumentar que existe inmovilismo por parte del Ejecutivo. Desde La Moncloa se pretendía dejar claro en el País Vasco que si no ha habido paz es porque ETA no ha querido, al poner fin a una oportunidad histórica. Esa es la idea clave, según dichas fuentes, porque el objetivo es que, si no se logra el final del terrorismo, al menos, que se reduzca esa base social, y ETA camine hacia la ‘grapización’, es decir, un grupo alejado de la sociedad vasca.
El Ejecutivo ha detectado ahora una enorme corriente de rechazo en el entorno de la izquierda abertzale hacia la decisión de la organización terrorista ETA de romper el alto el fuego con el atentado de Barajas el pasado 30 de diciembre y pretende rentabilizarla. El mensaje que el Gobierno cree que ha calado en el País Vasco es el de que nunca habrá una oportunidad como ésta y ETA ha acabado con ella. El problema es que, finalmente, los dirigentes de Batasuna, con Arnaldo Otegi y Rafael Díez Usabiaga, entre otros, no han sido capaces de nuevo de arrastrar a la izquierda abertzale a la legalidad y desmarcarse de la organización terrorista.
El Gobierno avisó a Batasuna de que valorara el ‘gesto’ de De Juana
El Gobierno hizo llegar a los dirigentes de Batasuna el mensaje de que la concesión del segundo grado al etarra José Ignacio de Juana Chaos era una “gesto”, y puso especial énfasis en solicitar que, como tal, fuese interpretado y, como tal, fuese respondido. El Ejecutivo envió este recado a la izquierda abertzale al menos una semana antes de que su decisión trascendiese y lo hizo a través de algunos canales indirectos que se han venido estableciendo tras el atentado de Barajas. Según las fuentes consultadas por El Mundo , el Gobierno no realizó este “gesto” a cambio de algo concreto, sino con el fin de evitar la situación especialmente delicada en la que hubiera derivado la muerte del asesino y, probablemente también, con la intención de no cercenar las expectativas de reabrir en un futuro la negociación.
ETA estuvo a punto de expulsar a De Juana
Por otro lado, en ABC se apunta que la dirección de ETA estuvo a punto de expulsar a De Juana antes de volar la T-4. Finalmente decidió mantenerle para amortizar su chantaje al Gobierno y para no dar muestras de división en el colectivo de presos.
Si (
No(
