El presidente de EEUU, Barack Obama, ha condenado la segunda prueba nuclear realizada esta madrugada por el régimen de Pyongyang. Para el presidente estadounidense representa una "amenaza para la paz" y ha pedido que la comunidad internacional "tome medidas urgentes".
"Estas acciones, aunque no suponen una sorpresa dado las declaraciones y acciones hasta la fecha por parte de Pyongyang son motivo de grave preocupación para todos los países," dijo Obama.
"Los intentos de Corea del Norte para desarrollar armas nucleares y su programa de misiles balísticos plantean una amenaza para la paz y la seguridad internacionales", añade.
Mientras, el primer ministro británico, Gordon Brown, ha calificado la prueba de "equivocada, insensata y un peligro para el mundo". "La comunidad internacional reconocerá como socio a Corea del Norte si este país se comporta de forma responsable. De lo contrario, sólo puede esperar un nuevo aislamiento", afirmó el premier británico.
Por su parte, el jefe de la diplomacia de la UE, Javier Solana, ha condenado la nueva prueba a la que consideró "una flagrante violación" de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que se reúne de urgencia esta tarde.
Para Solana, esta nueva prueba nuclear -la segunda que realiza ese país desde octubre de 2006-, "amenaza aún más la paz en la región y la seguridad en el noreste de Asia", después del lanzamiento de misiles de largo alcance el pasado mes de abril, recordó.
Estos actos irresponsables de Corea del Norte justifican una firme respuesta de la comunidad internacional", destacó Solana, que añadió que la UE permanecerá en contacto con sus socios para "discutir las medidas apropiadas".
Cinco días después de la primera prueba nuclear norcoreana, el 9 de octubre de 2006, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la resolución 1718, que insta a Pyongyang a abandonar las pruebas de armas nucleares y de misiles balísticos, así como el desarrollo de ese tipo de armamento. Ese texto le supuso entonces a Corea del Norte sanciones comerciales para impedirle tener acceso a tecnologías relacionadas con ese tipo de armas.