La estulticia de una pija

No sabes como sufrí. Ahora resulta que a la Espe le pasa como a mi  churri, que no llega a fin de mes la pobre. Y eso que pilla 1.400 talegos de los de antes en cada nómina. Vaya disgusto que tiene la basca con el contrato basura de la presidenta, que es que ni pagas extras, oye. Ya lo ha dicho el Juanjo Güemes, que es que fí-ja-té, si es que con ese sueldo no le da ni para la ropa que se pone en los actos oficiales. Qué te crees ¿que los Versaces y las Carolinasherreras los regalan? Apoquina de su bolsillo y ni un precio que la hacen, oyes. Y así sigue la estulticia de la pijería presidencial en las confidencias de té con pastas de su biografía autorizada. No tienen menos desperdicio las razonadas explicaciones de su no menos pijo Consejero, precisamente el que, por cargo –Empleo y Política de la mujer- algo podría explicarle a su excelentísima señora presidenta de que hay miles y miles madrileñas en paro, currando por el salario mínimo, con contratos basura o con sueldos medios, hipotecadas de por vida hasta las cejas. Soy de los que piensan que habría que sacar a este tipo de personal tan poco ejemplar de la vida pública. Aunque puede ser para peor, porque ¿se la imaginan a la ex presidenta de indigenta con su bolso de piel marrón, sus zapatitos de tacón y vestida de domingo, como la Penélope del maestro Joan Manuel Serrat?