Sin embargo, el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Sacha Llorenti, respondió que Morales no presentará ninguna disculpa formal ante el país vecino, a menos que Lima entregue a los tres ex ministros de Gonzalo Sánchez de Lozada procesados en el caso “octubre negro”, a quienes se les otorgó asilo y refugio políticos.
El canciller peruano, José Antonio García Belaúnde, según la agencia oficial Andina, indicó que Morales ha intervenido no sólo en la demanda marítima entre Perú y Chile, sino que también ha planteado la rebelión y la revolución indígena, y afirmó “irresponsablemente” que había un “genocidio” en Perú.
Informó que las relaciones diplomáticas entre las capitales Lima y La Paz continúan en evaluación. “No ha habido ninguna disculpa personal (...) Yo creo que sí (Evo Morales) ha agraviado mucho al Perú y en ese sentido estamos evaluando las relaciones (con Bolivia)”.
Perú retiró la anterior semana a su embajador Fernando Rojas en protesta por las supuestas injerencias del Presidente boliviano; García Belaúnde dijo ayer que el diplomático seguirá en Lima.
Anunció que cualquier decisión al respecto será comunicada oportunamente por el Gobierno de Alan García, por lo que evitó adelantar su opinión en el asunto.
Cuando se le consultó, ¿si hubiera una disculpa (de Evo Morales), la situación podría variar?, el Canciller peruano, según Andina, respondió: “Sí, definitivamente”.
El sábado 13 de junio, el Mandatario boliviano afirmó que lo ocurrido en la región de Bagua era “un genocidio del Tratado de Libre Comercio”. Esto generó la reacción de su homólogo peruano que negó tal concepto, pues no podría considerarse así porque en los violentos enfrentamientos murieron 24 policías y diez civiles.
Antes del conflicto, Morales también envió una carta a una Cumbre Continental de Indígenas que se realizó en Puno, en la cual convocó a pasar “de la resistencia a la rebelión y de la rebelión a la revolución”. Esa misiva y la presencia de dirigentes bolivianos en ese encuentro fueron considerados como otro acto intervencionista.
El relator de la ONU para los Derechos de los Pueblos Indígenas, James Anaya, afirmó ayer que “no existen” elementos para hablar de genocidio, pero recomendó que una comisión “independiente” investigue los hechos.
“Como jurista, no encuentro pruebas de los elementos de genocidio, del intento de exterminar a un pueblo como tal; hay revelaciones de violaciones de derechos humanos, pero de los hechos comprobados, de los hechos que se ven, incluso de los hechos que se alegan, no existen elementos de genocidio”.
Llorenti, según ANF, manifestó que si Perú espera mantener buenas relaciones con Bolivia, debería entregar a los ex ministros Jorge Torres Obleas, Javier Torrez Goitia y Mirtha Quevedo.
La autoridad gubernamental advirtió de que el Mandatario boliviano “continuará denunciando los atropellos cometidos por el neoliberalismo (...) como aquellas políticas que siembran hambre, miseria y muerte”.
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