Con el equipaje ya hecho para disfrutar de las vacaciones de Semana Santa, la mayoría de las personas que asistió a la entrega del premio Séneca –el de mayor prestigio del mundo de la sanidad, otorgado por la Asociación de Periodistas Sanitarios- aplaudió a rabiar las palabras que pronunció el doctor Bartolomé Beltrán sobre Manuel Lamela, consejero de Salud de la Comunidad de Madrid. El poder de convocatoria de esta Asociación, que preside Miguel Angel Martín, quedó demostrado una vez más. A pesar de ser viernes por la noche, acudieron todos los que habían sido invitados, con muy pocas excepciones que oportunamente excusaron su asistencia. El doctor Beltrán esbozó una biografía del homenajeado, que arrojó luz a muchos de los allí presentes sobre la personalidad humana y profesional de este experto en economía que no es un economicista y que, además, lo está haciendo muy bien al frente de la Consejería de Salud madrileña, como dijo su ex jefe Rodrigo Rato.
En el Ritz, escenario del acto, estuvo una amplia representación del mundo de la sanidad auténtica, como Diego Murillo, Julio Sánchez Fierro, Juan Abarca, Mario Mingo, Pedro Capilla, Juliana Fariña, Ricardo de Lorenzo, Carlos Amaya, Pedro García Romero, José Enrique Hours, entre otros, que pudieron escuchar del director del Fondo Monetario Internacional su perplejidad por ver cómo un grupo de periodistas premiaba la labor de un político. “Algo insólito”, como reconoció públicamente Rodrigo Rato.
Manuel Lamela recibió el premio Séneca, que ya ha cumplido veinte años, por haber puesto en marcha ocho hospitales en la Comunidad de Madrid en un tiempo record y haber reducido espectacularmente las listas de espera. El futuro inmediato posiblemente le depare alguna sorpresa más a este abogado del estado, que reconoce haber ocupado cargos en la Administración que no le apetecieron en su momento, pero que han tenido una amplia repercusión mediática.
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