“Aquí queremos morirnos de viejos”

Por su parte Oicatá en Boyacá sólo ha reportado un homicidio en cinco años. "Acá se puede salir a las tres de la mañana del billar sin ningún temor", cuenta un visitante habitual de este municipio ubicado a 15 minutos de Tunja.

Municipios como San Carlos, San Francisco (Antioquia), Villanueva (Casanare), Pueblo Bello (Cesar) y Lebrija (Santander) reflejan la tendencia descendente, pasando de entre 43 y 20 homicidios en el 2004 a ninguno durante los primeros siete meses de este año.

Así mismo, existe otra categoría que llena aún más de orgullo a los colombianos: los municipio en donde se no reporta ninguna muerte violenta. Dentro de este grupo se encuentra el municipio de Los Santos en Santander, en donde el mayor temor con el que viven los 10977 habitantes es morir por un temblor, ya que esta zona es una de las más vulnerables del país por los cambios geológicos.

Los santeros, que están distribuidos en 9 barrios y 28 veredas, y que dejan las puertas de las casas de par en par, hasta bien entrada la noche, se sienten más seguros que nunca y consideran que mientras la naturaleza no les juegue una mala pasada morirán de viejos.

Como Los Santos hay otros 49 municipios sin homicidios en Santander, y 331 más en el país, como Paratebueno en Cundinamarca, que en los últimos dos años no presentó ha presentado ninguno, pese a que en el 2007 estuvo agitado por rezagos paramilitares que dejaron una docena de muertos.

Los municipios de Boyacá también son un claro ejemplo. En casi el 70 por ciento de su territorio nadie ha reclamado ante la justicia por un muerto. De los 123 municipios que tiene, en 85 no se ha reportado un asesinato este año. Poblaciones como Iza, el Cocuy, Sativasur, o Sutamarchán sobresalen porque sus autoridades no han hecho una diligencia tipo CSI desde el 2004. En este 'podio' también están Norosí (Bolívar), San Leandro (Cauca), Juradó (Chocó), Tibirita (Cundinamarca), Concordia (Magdalena), Providencia (San Andrés) y Palmar (Santander).

Según el general Óscar Naranjo, director de la Policía, la razón por la cual el 29 por ciento de los municipios del país (en total son 1.107) estén sin registro de muertes violentas este año y reflejen estándares de seguridad de localidades europeas, obedece fundamentalmente a dos razones: la consolidación de la Política de Seguridad Democrática, reflejada en las cifras de homicidios posteriores al 2002, y a campañas conjuntas para crear "nuevas situaciones de convivencia y seguridad con miras a proteger la vida".

Sin embargo, esto no es lo único, las autoridades destacan factores adicionales como la denuncia oportuna, a través de alertas ante personas extrañas; también un fuerte arraigo, sobretodo en zonas rurales, en donde la población no permitió la penetración de actores armados.

A pesar de lo anterior, aún existen zonas en donde la seguridad sigue siendo crítica, el porcentaje corresponde a grandes ciudades o a municipios que están situados en zonas con influencia del narcotráfico y que son los "focos a los que les estamos apuntando".

Es el caso de San Andrés de Tumaco (Nariño), quizás uno de los más críticos del país, por las condiciones de pobreza, la influencia de las bandas emergentes, el narcotráfico y la guerrilla. Allí, manifiesta el director de la Policía, la cifra de homicidios "es injustificable". La tasa de muertes alcanza las 200.

Otra zona que no logra descensos tan marcados es la del Meta. Según el general, la razón es que esta región agrupa en buena medida el desarrollo del conflicto. Hay combates que dejan bajas de guerrilleros en las zonas rurales y selváticas, pero igual entran a formar parte de las cifras de las muertes violentas.