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El Señorío de Illescas cruza la frontera del golf

lunes 07 de septiembre de 2009, 13:05h

El Señorío de Illescas, un campo de nueve hoyos en el sur de Madrid, acaba de estrenar su Academia dirigida por Jasón Floyd, mano derecha de David Leadbetter durante varios años. El proyecto pretende romper las barreras en el mundo de la enseñanza del golf.

Vea la entrevista a Javier Insula, director de Making Golf.

La nueva Academia cuenta con 50 puestos en una estructura a estrenar de dos plantas en la que no falta de nada. Además de los vestuarios y las oficinas del Club, que aún no tiene Casa oficial, se incluye una sala de reuniones y la joya de la corona, una habitación dedicada al análisis del swing. La Academia es un concepto de Making Golf, propietario de Retamares y de Illescas, que pretende dar una vuelta de tuerca más a la enseñanza.

Javier Insula, director de la compañía, insiste en que “queremos acercar el golf a todo el mundo, desde el que no ha tocado un palo en su vida hasta el que quiere perfeccionar hasta el más mínimo detalle”. Para ello cuentan con un fichaje galáctico. Jasón Floyd, que a sus 35 años presenta un curriculum envidiable. Haber estado junto a David Leadbetter durante años y estar implicado en las ayudas a jugadores como Ernie Els, Lee Westwood, Ian Poulter o el mismísimo Greg Norman dan a este maestro del golf un toque de magia. En España ha sido guía de hombres como Álvaro Salto, Carlos Balmaseda, José Manuel Lara, Carlos Rodiles o Nacho Garrido, entre otros.

Con esta carta de presentación Floyd llega a Illescas para innovar y plantear una Academia en la que se instruya bajo un concepto y una filosofía propia. Se trata de “adaptar el swing a las necesidades de cada uno”, comenta Insula. Según este concepto, cada jugador tiene sus ventajas y sus inconvenientes y nadie tiene un mismo swing. Por eso hay que encontrar el swing de cada uno.

El objetivo de Maiking Golf es convertise en un referente de las Academias, con un estilo propio, pero sobre todo, acercarse a un mundo nuevo, el de los no jugadores, que son los que en los próximos años van a revolucionar el panorama golfístico. Quizá por eso los precios no son desorbitados. Los cursos trimestrales, que comienzan el 29 de septiembre, cuestan 165 euros. 12 clases de 55 minutos a grupos de no más de 6 personas buscan acercar el golf a más gente.

Uno de los secretos de esta Academia es el análisis de swing, por el que a través del vídeo, el jugador puede observar sus defectos y la mejoría a lo largo de las semanas. Bajo los consejos de Jason, tres profesores que se han involucrado a fondo. De hecho, el proyecto precisa de cinco años para formar a los profesores, un tiempo en el que absorben la filosofía de Floyd.

Pioneros una vez más, Making Golf, desde el cuartel de Illescas, pretende romper fronteras y cruzar a un mundo nuevo en el que la enseñanza cobre mucha mayor importancia.
 

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