Correa usaba a su primo Antoine Sánchez como testaferro

Antoine era pieza clave en la estrategia que había montado Correa para desvincularse de las sociedades gestionadas desde el despacho de Ramón Blanco Balín, ex vicepresidente de Repsol. El líder de la trama quería apartarse con motivo de las investigaciones que había iniciado la Fiscalía Anticorrupción en las oficinas de Balín.

   Así, el primo de Correa era titular de un porcentaje de capital de las sociedades patrimoniales domiciliadas en España dividido en acciones y titular de las acciones al portador de las sociedades ubicadas en paraísos fiscales o territorios no cooperantes. Todo esto, con el objetivo de que fuera el responsable de las sociedades hacia el exterior para desvincular a Correa de todas las actuaciones.

Teléfonos pinchados

   Un informe de la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil, incluido en la parte del sumario que se dio a conocer esta semana, recoge las llamadas de teléfono que Correa realizó entre 4 de diciembre de 2008 y el 14 de enero del presente año y en el que se transcriben sus conversaciones con otro de los imputados en la trama, el ex secretario de organización del PP gallego, Pablo Crespo.

   Crespo se puso en contacto con Correa el mismo día de Nochebuena para hablar sobre la detención de su primo por parte de agentes de la Policía Nacional en la Comisaría de Marbella por un presunto delito de malos tratos en el ámbito familiar, en concreto, a su compañera sentimental, Catherine Elsa Pereira, de nacionalidad senegalesa.

Correa le quería fuera de España

   El propio informe policial recoge la "gran preocupación" que tiene Correa, no por la detención en sí "sino por los problemas que les podría acarrear las declaraciones que pudieran efectuar" tanto el primo como su novia. En este sentido, Correa le dice a Crespo en varias ocasiones que quiere que se marche al extranjero "porque no le quiere en España".

   Incluso, en otra conversación que mantiene Correa con su amigo Luis Enrique Pastor, participante en la estrategia de dar cobertura al líder de la trama, éste llega a reconocer que por mucho que Antoine sea su "coartada" con todo su "problema personal", prefiere "joderse" e intentar tirar él solo "'pa alante'" que seguir con su primo al lado. "Él, que se largue de mi vida", apostilla.

   Correa también traslada su malestar al abogado Manuel Delgado, y en otras de sus conversaciones le dice que quiere que este chico (Antoine) "salga de su vida porque le va a arruinar la vida y no se fía de él". De hecho, le dice que está convencido de que les puede "delatar", a lo que Delgado intenta tranquilizarle señalándole que "lo ignore por completo porque no afecta al negocio".

Antoine es un "instrumento"

   En la misma dirección se mueve Pablo Crespo cuando habla con Correa y éste le dice que le "entran ganas de matarlo". Crespo le asegura que no les interesa tener "mal rollo" con su primo porque, a su juicio, es un "instrumento" que les ayuda a mantener desvinculado a Correa de todo el asunto de Blanco Balín.

   Correa sigue sin confiar: "A ver si se vuelve loco, se le cruza un cable, se va a convertir en un boomerang y se vuelve contra ellos". Al final, quedan en mandarle un abogado para que le asista y, además, pueda enterase de sus declaraciones --y así descartar que se pueda ver involucrado--.

   Además, a pesar de tener sus dudas, decide seguir dándole pequeñas cantidades de dinero --le envía 300 euros después de haberle pasado anteriormente 12.000 euros para todas las Navidades--  porque, en el fondo reconoce que "este tío no tiene a dónde ir, no tiene casa y es un pozo sin fondo".