Las fuerzas de seguridad buscan un coche de gran cilindrada en el que huyeron los asesinos de El Dueso

'Tomasín', de 55 años, cumplía condena en el Dueso por el asesinato en 1986 de cuatro personas en el barrio santanderino de Cueto y en la localidad de Mogro, tras aprovechar un permiso carcelario.

   En este último caso, los cadáveres de las víctimas, dos hombres, fueron encontrados calcinados tras haber sido apaleados. Estaba considerado como un individuo de carácter explosivo y con una personalidad psicopática de carácter irreversible. Antes de ocurrir estos crímenes, había pasado varios años en la cárcel por diversos delitos de robo y faltas contra las personas.

El tiroteo se produjo este lunes por la mañana en las proximidades de la prisión de El Dueso, en Santoña. A primera hora, la Guardia Civil recibía el aviso de que se habían producido unos disparos en la zona. Al lugar de los hechos se desplazaron, además de la Policía Local, efectivos de la Guardia Civil, de la Policía Científica y de la Brigada de Balística, entre otros.

    Respecto a las identidades de los otros dos fallecidos,  se sabe que son una mujer de 45 años que responde a las iniciales M.J.F.P y un hombre de 43 llamado Isidoro Cuerno, también  españoles y residentes en Cantabria, pero no en Santoña.

   A los fallecidos, que ya han sido trasladados al tanatorio del Hospital Valdecilla de Santander, se les practicará la autopsia para conocer las causas exactas de la muerte y las circunstancias en que ésta se ha producido. Presentaban varios disparos de bala cada uno, tanto en la cabeza como en el tronco, realizados con un arma automática repetidora, debido a la gran cantidad de casquillos recogidos en la escena del crimen. 

   Los asesinados fueron encontrados en el interior de una furgoneta blanca Renault Traffic, que fue hallada en el arcén de la carretera que da acceso a la prisión.

Posible ajuste de cuentas

Aunque de momento nada se sabe de la identidad o el paradero de los asesinos, sí se cree que fueron al menos dos personas: una la que conducía y otra la que disparó a las víctimas. Al parecer, la polícia busca un vehículo de gran cilindrada que podría ser, según versiones de los testigos, un Audi rojo o un BMW.  Algunos testigos han asegurado que se oyeron una gran cantidad de tiros.

   Aunque la juez que instruye el caso ha decretado el secreto de sumario, fuentes oficiosas apuntan a que este crimen ha obedecido a un ajuste de cuentas o a una venganza familiar.