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El año en que nos dejó Chaves

El año en que nos dejó Chaves

jueves 05 de noviembre de 2009, 19:02h

Se acabó 2009 y es tiempo de balances. Ante todo dejar claro que este ha sido un año bastante fatídico. Sobre todo un año en el que muchos hemos podido comprobar cómo algunos se quitaban el velo hipócrita de la supuesta amistad y compañerismo y se destapaban como lo que son, unos mediocres más preocupados por salvar su culo que el dar la cara por los demás, aunque sea entregando en bandeja de plata el de sus compañeros más cercanos, que han ido a engrosar las listas del paro junto con casi un millón de andaluces. Se trata, claro, de una apreciación personal pero bastante extendida entre la profesión periodística, una de las más afectadas por la crisis.

Pero vayamos a lo importante (?), 2009 es el año en el que los andaluces nos quedamos huérfanos poticamente hablando. Si hubiera que ponerle un título a este 2009 no podría ser otro que "El año en que nos dejó Chaves". Tras aguantarle durante diecinueve años como presidente de la Junta, el "bueno de Manolo" quedó amortizado y dio su salto a Madrid en una "patada hacia arriba" de Zapatero que quiere acabar de una vez por todas con la generación de la tortilla. Desde Madrid, Chaves se ha visto sumido en el mayor escándalo de su vida, el "Caso Matsa", una subvención de diez mllones a la empresa en la que trabaja su niña Paula, que amenaza con dinamitar su pretendida honradez.

Pese a todo, Chaves no se resiste a retirarse y trata de tutelar a su sucesor, nombrado a dedo a espaldas de los andaluces, sin dejar que Pepe Griñán despegue con voz propia. Ya veremos si en 2010 los "nuevos socialistas andaluces" son capaces de volar solos sin la protección de la vieja guardia.

Por lo demás habra que esperar que la Justicia, esa que Pacheco tildó de "cachondeo" y que los españoles acusan de lentitud, eche luz sobre los diversos casos de corrupción plítica (Malaya, Astapa, Mercasevilla y un largo etcétera) que asola casi todas las provincias andaluzas dejando a los fieles votantes con cara de tontos. Esa misma Justicia que deberá aclarar y condenar si llega el caso, a tantos violentos que acaban con las vidas de las mujeres o, más concretamente, a los jóvenes asesinos de Marta del Castillo.

Las lluvias torrenciales con que se despide 2009 pueden aliviar la crítica situación de una agricultura abandonada a su (mala) suerte por unos Gobiernos (central y autonómico) para los que la falsa modernidad y la falacia de la sostenibildad y demás pamplinas zapateriles están acabando de hundir.

Esperemos que 2010 cambie algo el signo de los tiempos y que paguen aquellos que sientan la mala conciencia de ser malas personas, aunque por mera cobardía no quieran ser conscientes de ello.

¡Que así sea!

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