"Si me pinchan no sangro", manifestó el presidente en alusión a las críticas que ha vertido hoy contra él el regidor santanderino, quien aseguró que el Gobierno se niega a abordar los proyectos
"importantes para la ciudad" y criticó que
Revilla no le trasladara esta decisión personalmente.
El presidente recordó que durante esta legislatura ha recibido cuatro veces al alcalde de Santander, "cosa que no se ha hecho a ningún alcalde de Cantabria", y explicó que en la última reunión que mantuvo con De la Serna, hace dos meses, éste le planteó unas reivindicaciones "que en su conjunto superan las inversiones de más de año y medio del Gobierno", por lo que le acusó de mentir.
Además, continuó, comunicó al regidor que trasladaría esas peticiones al Consejo de Gobierno para que estudiara "en qué medida podían ser atendidas" dado, subrayó, "el interés que tenemos en tener buenas relaciones con el Ayuntamiento de Santander".
Así, en el último Consejo de Gobierno, el presidente abordó las peticiones del alcalde y "por unanimidad del Consejo" se decidió que "lo lógico" era crear una comisión para estudiarlas "con el objeto de dar salida, positiva y negativa, al conjunto de ellas", ya que, según Revilla, hay inversiones que se piden que son "absolutamente descabelladas" e "imposibles de abordar desde el Gobierno".
"Para ello, el Consejo de Gobierno, por primera vez en su historia, y dada la importancia de que se trata del Ayuntamiento de la capital, designó una comisión formada por el consejero de Economía, que es el que tiene las disponibilidades económicas, y el consejero de Obras Públicas, por ser la destinataria de la mayoría de peticiones", explicó, así como que al acabar la reunión, trasladó al alcalde este acuerdo en una carta "absolutamente respetuosa y correctísima" y con una actitud "receptiva" y "con la mejor voluntad del mundo", porque "lo que se trata es de encauzar todos los planteamientos del Ayuntamiento desde la óptica de las distintas consejerías".
Sin embargo, Revilla observó que "lo que viene a decir el alcalde es que yo no doy la cara, que no le doy una respuesta". "No sé si está pensando en la época de Franco, en los gobiernos civiles... Aquí las decisiones las toma el Consejo de Gobierno en función de las disponibilidades presupuestarias y de la aportación de las consejerías", subrayó.
En este sentido, manifestó que "hasta hoy", él estaba "confundido con el alcalde" porque "aparentemente es correcto" pero, dijo, "es una persona de una soberbia y una prepotencia que me deja perplejo".
Al respecto, volvió a remitirse a la carta que le envió, que calificó de "intachable", y que demuestra el "buen comportamiento democrático de un gobierno a un ayuntamiento", un Ejecutivo que "por primera vez en la historia" decide crear una comisión mixta para los temas que plantea un consistorio, lo que no se ha hecho con ningún ayuntamiento de Cantabria y se hace con Santander "en función de que es la capital", remarcó.
Al hilo de ello, en referencia a la cuestión de la capitalidad, Revilla consideró que "habría que decir al alcalde" que "posiblemente todos los municipios de la región" quisieran ser capitales de Cantabria porque esta condición tiene "sus tintes positivos" y es "una ventaja". "Naturalmente que estamos dispuestos a estudiar algún tipo de compensación pero, hacer un agravio de que Santander es la capital de Cantabria... Pues qué dirían Laredo, Santoña, Castro, Reinosa o Torrelavega", se preguntó.
En relación a las inversiones, el presidente señaló que una de las consejerías menos inversoras del Gobierno de Cantabria, la de Cultura, destinó en la pasada legislatura a la capital 84 millones, y aseguró que el Ejecutivo está dispuesto a "sacarlos números" de lo que está destinando al Ayuntamiento de Santander.
Por todo ello, para Revilla esta "política de enfrentamiento" responde a "una consigna" que se verá "en adelante" de "ir a por Revilla, que es el presidente de Cantabria". Así, afirmó que ésta se ha visto en el Pleno "y se va a ver en los próximos días", pero advirtió que será "un enemigo duro de roer".
Igualmente negó que esté "al servicio del PSOE", como dice De la Serna, y reiteró que la decisión ha sido "unánime del Gobierno". Insistió en que si se lee su carta "se ve que es injustificada la serie de diatribas que lanza contra mí, en la misma línea que el presidente del PP, el señor Diego". "Ya han entrado todos en el mismo saco y yo creo que desde Coruña o Madrid se ha dado la consigna, a por Revilla. Pues aquí estoy", retó.