¿Puede un barrio organizarse por sí solo? En Orcasitas, parecen decididos a conseguirlo. Sus habitantes gestionan una escuela de oficios, organizan obras de teatro y actividades deportivas, trabajan por la integración de los nuevos vecinos y hasta gestionan su propia central térmica para tener calefacción barata. Vecinos y comerciantes de la Meseta de Orcasitas explican a MDO su modelo de gestión del barrio y critican el total abandono por parte de las Administraciones.
"Si este barrio se caracteriza por algo, es por su gran tejido social y por la conexión entre todas las entidades que trabajan en este tejido; desde la parroquia a la asociación deportiva, de la casa de oficios a la asociación de vecinos, de la asociación de mujeres a la mancomunidad de propietarios que gestiona la calefacción del barrio", explica Paco Palomera, vocal de la Asociación de Vecinos la Meseta de Orcasitas. Esto es así porque "el barrio nace de la propia lucha por reivindicar una vivienda digna, y eso a unido mucho a los vecinos".
La movilización de los vecinos de Orcasitas se inició a principios de los años 70, cuando se organizaron para reclamar agua corriente en sus casas e iluminación en las calles; después vendría la búsqueda de una vivienda digna, que chocó con los planes de expulsar a quienes vivían en infraviviendas para construir viviendas de lujo. Los habitantes del barrio se movilizaron contra distintos planes parciales que pretendían echarlos e incluso consiguieron intervenir en la planificación del barrio, que se diseñó con amplias zonas verdes y espacio para equipamientos.
"Lo mejor de esta zona es su gente y su cohesión social", dice Francisco Rosa, miembro de la misma asociación, que tiene casi dos millares de asociados. "Lo peor es el abandono de las Administraciones, que genera muchos problemas que se solucionarían con un poco de inversión". "Este es un barrio muy barrio, hay mucho contacto con los vecinos, y las abuelas siguen sacando las sillas a la calle para hablar con las vecinas; para mí, esto no es Madrid, esto es Orcasitas, y estamos orgullos de vivir aquí, porque tenemos una identidad", añade Ángel Olivares, vecino del barrio. Además, la mayoría de sus habitantes reconocen que Orcasitas es un lugar tranquilo y, en general, seguro, pero al que le falta Metro, ya que el acceso más cercano está en Plaza Elíptica, mientras que sólo hay tres líneas de la EMT.
Organizados, pero sin ayudas
Una de las iniciativas que más cohesionan el barrio es la Casa de Oficios de Orcasitas, dependiente de la
Fundación Iniciativas Sur. "Esta iniciativa estuvo impulsada por los vecinos a principios de los años 90 como respuesta a la problemática del alto paro que hay en la zona, como una forma de mejorar su calidad de vida", dice Palomera. Es una iniciativa privada sin ánimo de lucro, tiene 21 especialidades homologadas por la Comunidad -albañilería, carpintería, informática, etcétera- y ha formado a unos 7.000 alumnos en los últimos cinco años.
Dadas las carencias culturales, los propios vecinos apuestan por la cultura. "Lorcasitas teatro lleva ocho años haciendo cultura por el barrio y con gente del barrio", explica Ángel Olivares, que además de vecino es director de esta compañía. Según Olivares, "mucha gente del barrio participa en sus obras, y mucha más viene a ver las representaciones". Como no cuentan con ningún tipo de ayuda, suplen las carencias con imaginación. "Pedimos a los de la Casa de Oficios que nos ayuden con el vestuario, la carpintería y todo lo demás, y sacamos las obras adelante".
También hay un gran centro cultural en el que los propios vecinos organizan actividades y una gran sede de la asociación de vecinos. Además, tiene un aula de informática que utilizan numerosos chavales del barrio. "Este aula la estaba financiando la Comunidad de Madrid, y de buenas a primeras dejaron de subvencionarla, porque según ellos el distrito sólo necesitaba tres centros de acceso público a internet". Para que los jóvenes no se queden sin este servicio, es la propia Fundación del Sur la que financia este espacio.
De hecho, en Orcasitas los vecinos son los encargados de organizar hasta su sistema calefacción. "Aquí gestionamos una central térmica que da una gran calidad a la calefacción para 2.300 viviendas del barrio, menos contaminación y un coste mucho más reducido que la convencional, de menos de la mitad", cuenta Miguel Ángel González, responsable de la mancomunidad de la central térmica. Esta central tiene potencia para abastecer a todo el barrio y a unos 800 vecinos más, ya que sólo está al 70 por ciento de su capacidad. Por supuesto, tampoco recibe ayudas.
Un comercio de barrio
"En general, los comerciantes estamos contentos, porque aquí hay un verdadero comercio de barrio", señala Félix López, dueño de una Administración de Loterías en la zona. "Pero la Administración sólo favorece a las grandes superficies, a nosotros no nos dan ningún tipo de ayuda", se queja. "Además, aquí la inseguridad siempre será menor que en otros lugares de la capital, gracias al tejido asociativo que existe, porque cuando hay brotes de inseguridad, rápidamente se sale a la calle y se corta". "Creo que si la Administración viera más allá de sus narices, éste sería un modelo a exportar para cualquier barrio de una gran ciudad, porque el tejido asociativo humaniza la vida".
Por su parte, Pura López, presidenta de la Asociación de Mujeres de Orcasitas, destaca la labor que ha tenido este colectivo en la zona. "Nosotras hemos sido un elemento muy importante en el barrio desde sus inicios, con apoyo a otras colectivos y con iniciativas propias, como pedir una oficina de Correos o participar en la gestión de los centros públicos". Según la presidenta, esta organización ha servido para complementar la labor de la asociación de vecinos, "pero siempre desde la autonomía".
Mientras, la escuela de fútbol de la zona trabaja con unos 300 chavales, para ofrecer una alternativa deportiva a los jóvenes. "Tampoco tiene apoyo financiero de ninguna administración, cuando con algún tipo de apoyo se podría ampliar el número de chavales en las actividades", cuenta Palomera. De hecho, cuando hay que organizar un viaje para jugar con otros equipos "dan más ayuda financiera los grandes almacenes que el Ayuntamiento".
Con tantas iniciativas vecinales, llama la atención la total falta de apoyo en forma de ayudas o subvenciones. "En mi opinión, falta inteligencia, porque aquí, con poco que invirtieran las Administraciones, el barrio podría estar bastante contento", se queja Paco Palomera. "Estamos abandonados, la Junta Municipal desconoce muchas de las actividades que hacemos, y no apoya ninguna". Según Palomera, "se puede decir que Orcasitas es un barrio que funciona a pesar de las Administraciones".
MÁS REPORTAJES SOBRE BARRIOS MADRILEÑOS
Si (
No(
