Obamanía, pero...

La 'fiebre Obama' se ha apoderado de medio mundo, pero parece que no ha conseguido atravesar las 'barreras' de la propia Casa Blanca. Aunque el carismático presidente estadounidense haga gestos como el acudir a la cumbre de Copenhague contra el cambio climático, muchos dudan de que su promesa de reducir los gases invernaderos en 2010 a un 17% sorteen a tiempo los traspiés internos de las propias instituciones de EEUU, así como el hecho de que finalmente surja de la cumbre mundial un acuerdo "legalmente vinculante" y no sólo bonitas palabras.
   
Una muestra más de que las cosas no están cambiando tanto en la esfera internacional es el hecho de que la política de defensa estadounidense está siendo usada, aún a día de hoy, como excusa para no firmar el Tratado contra las minas antipersona. El Departamento de Estado norteamericano actúa de forma unilateral y asegura han decidido dejar las cosas como están porque de lo contrario EEUU no sería capaz de "asegurar nuestra propia defensa o de cumplir con nuestro compromiso con los países aliados". Eso sí, aseguran que 'de buena fé' se irá destruyendo -desde 1997 lo hacen así- este tipo de armamento, pero sin que ninguna institución les obligue a ello. En 2008 un total de 5.170 personas murieron por estas minas, algo que pone de manifiesto que la Administración Obama está desatendiendo un compromiso humanitario con este tipo de excusas 'imperio-paternalistas'...