En la Asamblea Celestial de la Emigración Gallega en el Río de la Plata

 Piensa don Luis Seoane que acá arriba también hay que estar bien informado y sobre todo aprovechar que no hay publicidad porque la Radio do Ceo es de titularidad enteramente celestial y no admite capital privado. Así es que pensó en un debate sobre las recientes elecciones en el Uruguay [allí residen unos 30.000 gallegos de origen] con un invitado nativo de excepción para levantar los índices de audiencia. El invitado es Raúl Sendic Antonaccio que contestará a los tertulianos Fernando Estévez Alonso, José Fernández Seivane y José Mera de la Torre. Las intervenciones según el orden alfábetico del apellido paterno.

--- Estévez: Si estoy aquí supongo es porque fui secretario letrado de la Corte Electoral y no por mi participación en un cargo político durante el mandato del presidente Lacalle. Soy un hijo de la emigración, mis padres eran de Morgadáns [Gondomar] y por lo tanto soy conservador. Para mi los tupamaros eran el demonio. No entiendo que en este tranquilo país naciese un grupo que quería llegar al poder por las armas. Una gran clase media era el gran freno a las injusticias sociales. Fueron ustedes los que metieron la pata. Sin aquellas acciones de efecto en el Tiro Suizo [robo de armas] o en Pando [ciudad tomada] no habría golpe de estado ni dictadura. Usted, señor Sendic, no ingresaría en prisión y puede que hoy fuese el nuevo presidente del país.

--- Sendic: Lo entiendo. Permítame que me exprese en uruguayo porque mi gallego aún no está perfeccionado aunque voy aprendiendo bastante con el profesor Pereira Caamaño. Bien. No es fácil rebobinar sin hacer depuración de aquello que el paso del tiempo nos demuestra que es erróneo. Tendemos a volver atrás idealizando el pasado. Nos pasa, creo, que a casi todos. De verdad le digo que la cosa es un poco más compleja. En mi opinión el golpe es anterior a la llegada de los milicos. Tiene nombre y apellido: Pacheco Areco. Es decir que tiene su actor protagonista. Nuestro querido Uruguay democrático se fue al tacho cuando el fascismo apostó por la Reforma Naranja.

--- Fernández: Yo de política entiendo poco. Lo que afirmo es que sus ideas me hicieron sufrir mucho. Mi hija Ana María ingresó en las filas de la subversión y tuvo que huir para Suecia. A mi me parece que no era para andar elucubrando historias revolucionarias en un país en el que casi todos queremos tomar mate tranquilos escuchando los goles de Nacional o de Peñarol. Fueron muchos años de dolor en los que familias enteras quedaron destruídas y usted fue el líder. No se que tenía en la cabeza…pensar que la gente lo iba a apoyar en una lucha de guerrilla urbana. Ahora pasó pero fue muy jodido…¿ya me entiende?

--- Sendic: No le puedo pedir disculpas porque acá arriba no sirven de nada. Nuestra lucha era por un país mejor. Eramos tan buenas personas que creímos en la utopía de transformar el país y la mentalidad de la población. Teníamos urgencia. Lo cierto es que el país se estaba resquebrajando y los blancolorados como si la cosa no fuese con ellos.  Seguían afanando…seguían en la joda. Había que parar aquel desastre e intentar cambiar mediante la toma del poder, provisonal, para que luego viniesen elecciones libres. Lo nuestro no era la dictadura del proletariado.

---Mera: Yo soy gallego auténtico, de Codesos [Boqueixón] y laburando día y noche pude comprar un taxímetro. Así pude hacer que mis hijos estudiases. Tenía una casa en la calle doctor Luis Piera. Vivía bien. Hay que reconocer que fueron los propios colorados los que rompieron el regulamiento. Había una cancha llamada Uruguay con dos equipos: los blancos y los colorados. Ellos sabían que un tercer equipo llamado M.L.N. no tenía ninguna posibilidad de ganar el campeonato. Tenían los árbitros comprados y pitaron un penal y luego un fuera de juego.
--- Sendic: Me gusta la similitud futbolística que realiza. Nunca fui muy futbolero, lo confieso, me parecía que era una forma de taradez para que la gente olvidase los problemas. Si la “pax romana” era de pan y circo, la nuestra era de mate y fútbol. Lo que no se fue la cantidad de tarjetas rojas que nos sacaron. Tengo que reconocer que jugábamos enteramente al ataque. Así nos fue. A lo mejor la falla estuvo en que me pusieron a mi de centro-delantero cuando había que poner al Pepe que siendo más lento mirá la cantidad de goles que metió.

---Estévez: Mi deseo es que volviese Lacalle. Quería que el Partido Nacional fuese el triunfador. Una pena porque el nuevo presidente no tiene categoría ninguna. No se puede comparar la preparación del nieto de Herrera con la ignorancia de Mujica. Por favor, estamos cayendo muy bajo. Por lo menos Tabaré era médico aunque seguidor de la bobada fracasada llamada socialismo. El nuevo presidente no veo que tenga nada en el bocho y no entiendo la razón de que lo eligiesen. Enseguida hablaré con Wilson para ver si mi explica el misterio.

--- Sendic: Bueno, a lo mejor usted se está equivocando. Piense en que si estudió fue porque sus padres gayegos laburaron fuerte para darle una carrera. Cada uno vota a quien quiere pero la derecha tradicional nunca apoyó el esfuerzo de los emigrantes. Yo también vengo de afuera, por partida doble. Soy del interior, del departamento de Flores y mis raíces son europeas: por el viejo de la ex Yugoeslavia y por la vieja de Italia. Fueron las ideas de progreso de las que bebió don José Batlle y Ordóñez las que hicieron que usted pudiese ir a la universidad. Piense un poquito y no se ciegue que acá su voto no cuenta.

--- Fernández: Siendo uruguayo, buen bailador de tangos, siempre quise convertirme en algo así como un viejo labrador de Galicia. Cuando mi viejo contaba sus andanzas por las tierras lucenses de A Pastoriza sentía que hablaba el héroe más grande de la historia. Tengo que hacerle un monumento. Se vino para acá sin un mango pero a su familia nunca le faltó un peso en el bolsillo. A lo mejor acierta Sendic al afirmar que los blancolorados eran contrarios a la lucha del que venía del otro lado del mar.

--- Sendic: Mi poco conocimiento sobre los gayegos me dice que fueron muy importantes en la consolidación de la clase media en nuestro país. El profesor Vidart lo afirma con rotundidad y es hombre sabio. El emigrante es el ser humano más generoso de la tierra, creo yo, porque se desprende de lo propio para darle una vida mejor a sus hijos. Es así. Dejan el terruño para laburar en un país lejano y la meta no es hacer guita. No, quieren simplemente que los hijos tengan mejor calidad de vida.

--- Mera: Nunca pensé que usted Sendic tuviese alguna similitud con nosotros. Lo cierto es que en este país somos todos descendientes de los barcos que atracaron en el puerto de Montevideo. Si le soy sincero tengo que reconocer que para mi usted era un criminal o un loco que quería hacer la revolución. Algo de locura había como en aquella boludez de las “tatuceras”. Creo que con estos debates que organiza Seoane nos enriquecemos todos. Yo tenía mis reparos en participar porque pensé que con usted el diálogo era imposible. Mirá vós, las vueltas de la vida. Si se le ocurre legalizar una Coalición Electoral Celestial puede contar conmigo para hablar con algunos compatriotas de los que huyen corriendo cuando lo ven que está hablando con el “Che” Guevara.

--- Sendic: Le agradezco la oferta de colaboración pero el Jefe-Dios no permite ninguna clase de organización política o religiosa. Acá lo único autorizado son las ONG que se encargan de acercar un poco de leña al fuego que calienta los corazones de los buenos de espíritu. El Jefe dice que después de años diciendo o escuchando bobadas es tiempo de sentimientos nobles. Se imagina unas elecciones celestiales en las que me presente como candidato contra, por ejemplo, Pacheco Areco.  El reciente triunfo electoral me hizo muy feliz. El viejo compañero Pepe Mujica hará muy bien las cosas. Piense en que para él, es pan comido. Si fue capaz de hablar con las ranitas…si descifró el código de comunicación de las hormigas no tendrá dificultad en dialogar con todos los que caminen por la senda que lleva a un futuro de bienestar para nuestra querida Banda Oriental. 
 Manuel Suárez Suárez