La dureza del decano de todos los presidentes autonómicos del PP,
Pedro Sanz, resumía lo que va a ser la tónica de todas las intervenciones del resto de sus compañeros de filas.
El riojano, que compareció en rueda de prensa junto al dirigente del PP de Galicia,
Alberto Núñez Feijóo, fue rotundo. Acusó a
Zapatero de llegar al Senado con “un plan de imagen más que con un plan económico”, con un formato “vergonzoso” en el que se han sucedido una serie de monólogos de los presidente autonómicos que han hablado de lo que les ha parecido conveniente, “hasta de los molinos de viento”.
Los populares reprochan a Zapatero que no haya traído a la reunión ningún documento base sobre el que discutir en materia de empleo, o de otros asuntos cruciales, como el agua, la agricultura, la pesca o la ganadería sobre los que reclaman un pacto de Estado. Por contra, han destacado que ellos si llevaban los ‘deberes hechos’ y han presentado un decálogo sobre estos asuntos para su estudio.
Mensaje de confianza de los agentes sociales El malestar de los presidentes autonómicos del PP era tan patente que Sanz no ocultó los sentimientos generales. “esta conferencia llega tarde a destiempo sin contenido y manipulada políticamente”, sentenció, mientras su compañeros Núñez Feijoo asentía con la cabeza. No obstante, el gallego empleó un tono mucho más templado que Sanz y no llegó a utilizar descalificativos tan duros.
Núñez Feijoo destacó las intervenciones iniciales de los agentes sociales -sindicatos y patronal, presentes por primera vez en el cónclave- en las que pusieron el acento en la necesidad de transmitir a la ciudadanía un “mensaje de confianza” para que sepan que España puede salir de la crisis económica. En este sentido, los dirigentes del PP consideraron que siendo bueno y positivo que todos apoyen esta idea, no se puede olvidar que con las medidas de Zapatero, pensadas más para 2020 que para 2010, nuestro país saldrá de la recesión el último.
Pero Sanz también criticó que el presidente se haya hecho la foto con sindicatos y patronal solo “para salvar la cara” cuando lo importante hubiera sido que en la reunión se hubiera dado un espaldarazo al diálogo social, una imagen que si habría generado ilusión en la ciudadanía. “Pero, hasta ahora, no hay nada de calado, pero seguro que a última hora veremos un papelito como ha pasado siempre”, remachó enfadado.
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