ETA irrumpe en el Juicio del 11-M

A pesar de que a lo largo de los tres años de investigaciones no ha aparecido en el sumario ni un solo indicio que apunte en esa dirección, el tribunal escuchará los testimonios de Henri Parot y de otros tres etarras cuyos nombres aparecían en una nota intervenida al islamista Abdelkrim Bensmail y de los integrantes de la llamada "caravana de la muerte" Gorka Vidal e Izkur Badillo.

Su comparecencia ha sido admitida por el tribunal que preside el magistrado Javier Gómez Bermúdez a instancias de la defensa de los acusados Jamal Zougam y Basel Ghalyoun -supuestos autores materiales de la masacre-, José Luis Abascal Escudero, en aras de evitar que se produzca una situación de indefensión.

De hecho, el tribunal rechazó que el etarra Beñat Barrondo -tercer miembro de la "caravana de la muerte"- testificase en el juicio, ya que lo solicitó únicamente una de las acusaciones, así como que se incorporaran como prueba las diligencias abiertas a raíz de interceptar en Cañaveras (Cuenca) la furgoneta cargada de explosivos once días antes del 11-M.

Según el auto de apertura del juicio oral, la sección segunda de la Sala de lo Penal no admitió esta petición al haberlo solicitado una acusación, que no estaría "legitimada" para abrir líneas de investigación.

Desde que comenzara el juicio, el pasado 15 de febrero, ha sido habitual escuchar en la sala preguntas sobre la posible vinculación de ETA con los procesados o acerca de su supuesta implicación en los atentados, sobre todo por parte de la defensa de Zougam y Ghalyoun y de las acusaciones ejercidas por la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M y la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).

Los propios acusados se han desvinculado de cualquier relación con la banda terrorista e incluso uno de los considerados autores intelectuales de la masacre, Hassan El Haski, se preguntó durante su interrogatorio cómo se le puede relacionar con ETA cuando "ni siquiera hablo español".

También algunos de los testigos que han comparecido en el juicio se han referido a la banda terrorista, como el confidente "Cartagena", quien relató que uno de los islamistas procesados en la "Operación Nova" coincidió en la cárcel con el etarra Juan José Rego Vidal, condenado por intentar matar al Rey, y que allí éste último facilitó al primero varios números de teléfonos de miembros de ETA.

La referencia más reciente a la banda terrorista apareció en el juicio el pasado miércoles, cuando uno de los testigos relató que en la mañana del 11-M vio en el Metro a la etarra Iosune Oña recriminando a un anciano que había pedido a dos músicos que no tocaran en el vagón por los acontecimientos ocurridos ese día.

Sin embargo, la alusión a ETA que ha acaparado un mayor protagonismo fue la que hizo el ex director general de la Policía Agustín Díaz de Mera al hablar de un informe que recogía las supuestas vinculaciones entre ETA y el 11-M, de cuya existencia, según declaró en el juicio, le habló una "fuente policial".

El ahora eurodiputado del PP se negó a revelar la identidad de ese agente, lo que hizo que el tribunal le impusiera una multa de mil euros y acordara investigarle por un delito de desobediencia grave a la autoridad, aunque días después de su comparecencia remitió una carta en la que desvelaba dicha identidad -el comisario Enrique García Castaño-, así como la de otro comisario, que según él, elaboró el citado informe.

Precisamente, está previsto que García Castaño, antiguo responsable de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO) de la Policía, comparezca en calidad de testigo el próximo miércoles en la vista a petición de una de las acusaciones particulares.