Hay que saber equilibrar los intereses nacionales con la defensa de los derechos humanos. Mi expulsión ha sido una torpeza y un error del Gobierno cubano, pero ello no debe interferir en las relaciones entre Cuba y España ni en la búsqueda de unas nuevas relaciones entre la isla y la Unión Europea".
En una improvisada rueda de prensa en la sede regional del PSOE-A, en Sevilla, el eurodiputado LuisYáñez se mostró sorprendido de que el embajador de Cuba en Madrid, Alejandro González, le haya dicho al secretario de Estado para Iberoamérica, Juan Pablo De Laiglesia, que su viaje no era "inocente", y acleró que, aunque tenía pensado telefonear y reunirse con amigos y conocidos "demócratas y disidentes cubanos", cuando viajó con su esposa, Carmen Hermosín, a la isla su agenda "aún estaba en blanco" al tratarse de un viaje privado.
Yáñez volvió a relatar los incidentes de su viaje "absoluta y estrictamente privado" afirmando que "como ciudadanos libres que vivimos en un país y en un espacio libre, estábamos en nuestro derecho a hacer". Dijo que cuando bajó del avión, "dejaron pasar a mi mujer y a mí me retuvieron sin ningún tipo de explicación". Durante dos horas le encerraron en una sala rodeado de policías hasta que le comunicaron que tenía que salir del país. "Así que Ana María volvió a entrar y ambos subimos al avión donde nos devolvieron los pasaportes!.Tras dejar claro que su viaje no tenía intenciones políticas, el eurodiputado socialista recordó que ya en 2008 se le había negado el visado para acudir a una reunión con miembros de la socialdemocracia cubana, pero -añadió- "no sabía que tenía prohibida la entrada en Cuba con caracter permanente y que estaba en una especie de lista negra". Por ello se ha mostrado estupefacto al conocer que el embajador cubano en España afirme que el viaje "no era tan inocente". "Yo tengo el derecho de defenderme y no sabía que mi viaje privado atentara contra la seguridad de Cuba".
Tras agradecer el apoyo prestado tanto por el Ejecutivo español como por su propio partido, Yáñez se definió como "crítico con el Gobierno cubano que no respeta los derechos humanos", aunque reconoció que la actual relación de la Unión Europea con el Gobierno de Fidel Castro "se ha quedado obsoleta tras quince años de vigencia y tiene que ser revisada". Pidió que la UE y España abrieran una nueva etapa de diálogo con Cuba "que busque nuevas expectativas de entendimiento" y recalcó que este incidente no debería interferir en las relaciones entre la isla y España y la UE.
Sobre sus posibles contactos con miembros de la disidencia cubana, Yáñez manifestó que no tenía ninguna agenda oculta preparada como afirman las autoridades cubana aunque "bien es verdad que conozco a muchas personas a las que tenía pensado llamar y no lo digo por defenderme, sino porque un ciudadano libre puede entrevistarse con quien quiera". "Afortunadamente -recalcó- me echaron antes. Temía algo peor, porque peor hubiese sido que la policía acudiera a cualquier reunión con algún amigo cubano a los que tenía pensado llamar. Entonces hubieran pagado terceras personas que nada tenían que ver con mi viaje". Afirmó que tanto desde el PSOE como desde la UE se ha intentado repetidamente que algunos "líderes demócrtas cubanos" pudieran salir de la isla, pero no les han dejado. "Si a ellos no les dejan salir y a nosostros no nos dejan entrar, sólo podemos ver lo a ellos -el Gobierno de Fidel- les interesa"
El eurodiputado señaló que "de momento no voy a intentar volver a Cuba" de la que, dijo, tener buenos recuardos y donde ha estado unas quince veces a los largo de su vida "seis de ellas con Castro". Añadió que no va a pedir ningún tipo de explicaciones y criticó la actitud de la izquierda española por su maniqueismo. "No se criticaba al régimen comunista de la URRS porque significaba darle alas a los Estados Unidos, y yo soy crítico con los comunismos que están en el poder"
Por último pidió que no se utilizara este incidente desde otras posiciones políticas, "porque como demócrata no me influyen determinadas fórmulas políticas de derechas o de izquierdas. He sido crítico con Honduras, con Cuba y con todos aquellos que no respetan los derechos humanos y mientras en Colombia se abren las puertas a organismos internacionales para comprobar si se respetan estos derechos, en Cuba no se hace. Eso sí los oficialistas cubanos pueden entrar con entera libertad en España o en la UE para exponer libremente sus problemas". Y terminó con una frase taxativa: "No soy castrista ni anticastrista, yo condenaré todas las dictaduras porque antes que socialista soy demócrata".