Brito y la eugenesia bolivariana

Brito es peligroso para la revolución y "anormal", por disidente...

La Revolución Bolivariana avanza hacia su fase más ominosa. No tanto por su falta de moral y luces, esas que demanda el Padre Libertador, y como la prueban el escándalo sobre la red delincuencial de los banqueros "boliburgueses" atados a las más altas esferas del poder y la quiebra del mayor esfuerzo modernizador de nuestro siglo XX, como lo es el desarrollo de la energía eléctrica.

No se hace desgracia la Revolución- que si hace- por la mengua acelerada de nuestras libertades, el control gubernamental sobre el aparato electoral, el establecimiento de un latifundio mediático oficial, los presos políticos, o la entronización de una autocracia ineficiente bajo control cubano. Se hace peligrosa, antes bien, por la muy grave actuación de Luisa Ortega Díaz, Fiscal General de la República, en el asunto del modesto agricultor Franklin Brito, quien decide irse a una huelga de hambre para reclamar los derechos que le arrebata el Estado sobre tierras que le pertenecen.

Al señalar a Brito no fijo mi atención sobre los ataques despiadados que en su contra profiere Carlos Escarrá, alabardero mayor del "Comandante de la Revolución", y tampoco apunto al desconocimiento por la Fiscal Ortega de las medidas cautelares que pide, en beneficio del primero, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos; situaciones, ambas, que desde ya desnudan el desprecio de estos personajes por el Estado de Derecho, los Derechos Humanos y la misma democracia. ¡Llegará el momento, no obstante, en que los Escarrá y las Ortega rueguen por la vigencia de éstos y para el cuido de sus pellejos!

Debo destacar como aspecto sustancial del tránsito revolucionario hacia su fase de abierta deshumanización, aquí sí, la orden dada por la señalada Fiscal a unos médicos militares para que sometan a tratamiento médico psiquiátrico, por la fuerza, a Brito, y el señalamiento de aquélla en cuanto a que éste muestra conductas fuera de lo "normal".

Brito es peligroso para la revolución y "anormal", por disidente, lo que trae a la memoria las experiencias eugenésicas y eutanásicas que prenden en el alma de Europa a partir de 1914.

No huelga referir, por lo mismo, que de modo previo al momento en que toma espacio el "mal absoluto" y millones de seres humanos terminan en los hornos crematorios alemanes, es "normal" para la opinión de la época debatir sobre las bondades de la eugenesia; esa que hoy se reivindica en la voz de Escarrá y en el acto de la Ortega.

Desde los años '30, médicos, psiquiatras y lumbreras de toda laya piensan en Europa que la sociedad industrial urbana produce una degeneración biológica. Desde allí los pasos se hacen cortos para las prácticas de esterilización de discapacitados, el encierro como "anormales" de gente normal, o el dictado de leyes que limitan la inmigración. "Algunos socialistas antiliberales quieren controlar y reformar las formas de vida de aquellos lumpenproletarios que no se ajustan a su ideal de lo que debe ser la clase obrera", comenta Burleigh, autor de El Tercer Reich.

EN LA PRIMERA Y LA SEGUNDA GUERRAS DEL SIGLO XX SE IMPONE LA SELECCIÓN ENTRE HUMANOS SERVIBLES O INSERVIBLES, al mejor estilo de la Fiscal. Se cuestiona el gasto para proteger a quienes son nocivos -como Brito y según ésta- para la salud del "organismo& colectivo". Mueren en los manicomios unos setenta mil internos por abandono y desnutrición. Se habla, incluso, por voz de los "intelectuales", como Escarrá, del "permiso para la destrucción de vida indigna de vida".

No imagino qué le habrán dicho a Brito, debilitado por su huelga, los psiquiatras del régimen, antes de secuestrarlo e inyectarle ¡vaya Ud. a saber qué cosa! Pero otear que eso ocurre bajo la mirada complacida de la Justicia, por manos de médicos militares, quienes a buen seguro alegarán como los criminales nazis la "obediencia debida", hiela la sangre, y hace presentes los viejos testimonios de Bartels y Beckett.

El primero, es médico y el segundo escritor, uno y otro alemanes. Aquél refiere al muchacho campesino sin estudios quien se incorpora al partido y a la milicia, pero que en determinada noche se emborracha, dado lo cual el médico psiquiatra de turno le pregunta ¿cuándo nació Colón? Su respuesta negativa basta para declararlo de valor humano inferior. Éste, a su turno, cuenta sobre los dictámenes de "locura moral" en individuos alemanes quienes ignoran quién es Lutero o por dónde sale o se pone el Sol.

En los programas de educación que poco a poco impone el "reichstaat" chavista para la forja en Venezuela del "hombre nuevo", tema central es que los alumnos conozcan al soldado ex golpista que nos manda y cultiven su devoción. Quienes reprueben o lo cuestionen, a buen seguro, serán declarados dementes por la Fiscal Ortega.

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