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Un islamista preso en Bélgica relaciona a 'El Egipcio' con los causantes del 11-M

Un islamista preso en Bélgica relaciona a 'El Egipcio' con los causantes del 11-M

miércoles 25 de abril de 2007, 14:08h
Mourad Chabarou condenado a cinco años de prisión en Bélgica por pertenencia al Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM) prestó este miércoles testimonio mediante videoconferencia ante el tribunal del 11-M y explicó a la sala su relación con el acusado Rabei Osman El Sayed, alias "Mohamed El Egipcio".

  En concreto reconoció que en abril de 2004 el procesado le dijo, tras preguntarle si conocía a Fouat El Morabit y Sarhane Ben Abdelmajid Fakhet, alias "Serhane El Tunecino": "Todos han fallecido". Él le contestó, como suele ser habitual entre musulmanes en estos casos: "Que Dios se apiade de ellos", añadió. "Pensé que habían muerto porque habían tenido un accidente de coche", concretó.

  Chabarou respondió a las preguntas realizadas por la fiscal Olga Sánchez en árabe, asistido por una juez belga, que recordó, al inicio de la comunicación, que no estaba obligado a declarar nada en su contra.

  El testigo relató que conoció a "Mohamed El Egipcio" en octubre de 2001 en la Mezquita de Estrecho. "Me encontré con él de forma fortuita y en principio mantuvimos una relación comercial", indicó.

  Cuando Chabarou abandonó España y se desplazó primero a Bélgica y después a Francia, mantuvo relación telefónica con Osman El Sayed, que le dió sus números telefónicos de Francia e Italia, donde había residido, después de encontrarse con él en París, explicó.

  El preso se refirió en concreto a una conversación con Osman El Sayed mantenida en abril de 2004 en la que, además de hacer referencia al acusado El Morabit y el suicida "Serhane El Tunecino", su amigo le dijo que estaba escuchando cantos sobre mártires y añadió que tenía que contarle muchas cosas pero que no podía hacerlo por teléfono.

  De hecho ambos intentaron sin éxito posteriormente contactar a través de internet, describió.

  Destacó que los cantos a los que se refería "El Egipcio" son un tipo de música tradicional que carece de música y que las cintas pueden localizarse en todo tipo de comercios.


Concreciones en la traducción

  El presidente del Tribunal, Javier Gómez Bermúdez, se vió obligado a intervenir en la videoconferencia para precisar una de las traduciones realizadas sobre el testimonio de Chabarou desde Bélgica. La traductora interpretó en un inicio la frase de respuesta del testigo al conocer la noticia de la muerte de Serhane y el resto como "que Dios les recompense con el paraiso".

  No obstante, el magistrado pidió que se repitiera al testigo la pregunta y que la traducción se realizara de la forma más literal posible. La traductora rectificó entonces y utilizó la expresión "que Dios se apiade de ellos".

  El testigo dijo no conocer a los acusados Hassan El Haski y Mohamed Larbi Ben Sellam. En cuanto al primero explicó que le conoció unicamente a raiz del inicio del procedimiento en su contra.

  En cuanto a Fouat El Morabit explicó que se encontraron en la Mezquita de Madrid días después de que conociera a Mohamed El Egipcio y que aunque solo se vieron en una ocasión intercambiaron sus números de teléfono ya que el acusado se ofreció a ayudarle e intentar proporcionarle un trabajo. Fouat El Morabit se había desplazado al centro religioso en Estrecho con objeto de depositar ropa para los pobres que se alojaban allí, aseguró.

  Precisó que en una de las conversaciones con su amigo le indicó que pensaba realizar un "viaje definitivo" y concretó que se refería a que quería trasladarse a Gran Bretaña. Para ese desplazamiento, previsto para junio de 2004, Chabarou tenía planeado utilizar documentación francesa falsa, hecho que le obligaba a no regresar, indicó.

  Chabarou reconoció, además, que alojó a dos personas en su casa en Bélgica en junio de 2004. Una de ellas era, según consideró probado la Justicia belga Mohamed Afalah, que huyó de la casa de Leganés. La otra persona, a la que identificó como Said, permaneció durantre tres días en la vivienda. El testigo precisó que desconocía su nombre cuando le ofreció su vivienda y que les alojó porque era su deber de musulman. Sus invitados procedían de España pero no le precisaron de que ciudad venían en concreto.

  Especificó que ni Fouat El Morabit ni "Mohamed El Egipcio" le pidieron nunca que alojara a musulmanes. Negó, además, que sus invitados manipularan tarjetas de móvil o las extrajeran con frecuencia de los aparatos.

  En este sentido, explicó que otra persona que residía en su casa en aquella época, un marroquí, testificó ante presiones de la policía que solían hacerlo pero precisó que él nunca les vió hacerlo y que se limitaron a apagar los terminales coincidiendo con el rezo cuando él se lo pidió.

  Admitió también que tenía en su piso libros pertenecientes a Mohamed El Egipcio y un testamento, aunque puso de manifiesto que el documento se redactó en seguimiento de la tradición musulmana para evitar que sus deudas quedaran impagadas si fallecía o le sucedía algo.

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